Martes

Devocional Familiar: Leer Exodo 14, orar y cantar juntos

Devocional Personal: Galatas 4:3-4

"[4] Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, [5] para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos."

El tiempo de Dios es perfecto

¿Por qué Cristo no vino durante la vida de Abraham? O ¿por qué no vino durante la vida de David? O ¿por qué no vino durante la vida de Isaías? O ¿por qué hubo más de 400 años de silencio antes de que Juan el bautista comenzó a preparar el camino de nuestro Señor? Hay tantos personajes en el antiguo testamento que seguramente se preguntaban por qué Dios esperaba tanto tiempo para cumplir sus promesas en Cristo. Sin embargo, aquí vemos que el Padre envió a su Hijo “cuando vino el cumplimiento del tiempo.” Seguramente si tú y yo estuviéramos en los zapatos de Abraham, David o Isaías, nosotros también nos habríamos hecho la pregunta de por qué Dios no cumplía sus promesas al enviar el Mesías. Seguramente si estuviéramos viviendo en los 400 años de silencio, nos habríamos desesperado. Sin embargo, en el tiempo perfecto que Dios había planificado desde antes de la fundación del mundo, el Padre envió al Hijo. La encarnación del Hijo de Dios vino en momento preciso de la historia que Dios había planificado. ¿Quién se imaginaría que la encarnación viniera después de 400 años de silencio? Solamente nuestro Dios se lo pudo imaginar.

Desafio y Aplicación

¿Alguna vez te has desesperado al ver que Dios todavía no cumple sus promesas contigo? Por ejemplo, ¿alguna vez te has preguntado cuando verás la promesa de Dios cumplida que va a formar la imagen de Cristo en ti? ¿Te has preguntado si Filipenses 1:6 de verdad se va a cumplir? La verdad, si somos honestos, es que no somos como Cristo en muchas áreas de nuestras vidas. Todos tenemos momentos en los que nos volvemos impacientes. Todos tenemos momentos en los que nos volvemos irritables. Todos experimentamos momentos en los que no amamos a Dios ni a nuestro prójimo. Con respecto a nuestra redención, Dios ya cumplió su promesa al enviar a su Hijo. Sin embargo, Dios todavía no ha cumplido plenamente su promesa de formar la imagen de Cristo en nosotros. Dios todavía no ha cumplido su promesa de glorificarnos con cuerpos resucitados con una herencia eterna como coherederos con Cristo. Sin embargo, así como el Padre envió al Hijo cuando vino el cumplimiento del tiempo, así el Padre lo volverá a enviar. Cristo pronto volverá por nosotros, y seremos semejantes a él. Te desafío a cultivar la virtud de la paciencia hoy mientras conscientemente esperas el cumplimiento pleno de todas las promesas de Dios en la segunda venida de Cristo.

Devocionales de esta semana

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Lunes

Recordemos nuestra esclavitud

Recordemos el contexto de estos versículos. En el capítulo 3, Pablo habla de la ley como algo que encierra “todo bajo el pecado” (3:22). Pablo dice que la ley es incapaz de impartir vida. Dado que la ley es incapaz de salvar, su propósito es el de un “ayo” o tutor. Para la cultura romana, un tutor servía...

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Martes

El tiempo de Dios es perfecto

¿Por qué Cristo no vino durante la vida de Abraham? O ¿por qué no vino durante la vida de David? O ¿por qué no vino durante la vida de Isaías? O ¿por qué hubo más de 400 años de silencio antes de que Juan el bautista comenzó a preparar el camino de nuestro Señor? Hay tantos personajes en el antiguo testa...

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Miércoles

La redención

El día de hoy, estaremos viendo el tema de la redención. Nuestro texto dice que Dios el Padre envió a su Hijo con la meta de redimir a los que estaban bajo la ley. Para entender la obra redentora de nuestro salvador, tenemos que entender de qué nos redimió. Cristo nos redimió de la maldición de la ley. En la antigüedad,...

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Jueves

La adopción

Según este pasaje, el fin principal de la redención no es solamente pertenecerle a Dios como nuestro dueño. Según este pasaje, la redención en sí no es la meta final de la obra de Cristo. Según este pasaje, la meta de la obra redentora de Cristo es “a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” La meta es la adopción. ...

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Viernes

El Espíritu de nuestra adopción

Aquí Pablo continúa con los beneficios de nuestra adopción. El primer beneficio de nuestra adopción como hijos de Dios es que ahora tenemos el Espíritu de su Hijo. ¿Cuál es el Espíritu de su Hijo? El Espíritu de su Hijo es el Espíritu que Jesucristo prometió enviar. Por un lado, el Padre es el que en...

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Sábado

La vanidad de la idolatría

Aquí Pablo habla acerca de la realidad de la idolatría. Cuando uno no conoce a Dios, “sirve a los que por naturaleza no son dioses.” La realidad de la persona que practica la idolatría es que es esclavo de algo que no vive. Cuando Pablo dice que servían a los que no son dioses, en otras palabras decía que ...

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Domingo

El peligro del legalismo

Ayer vimos la vanidad de la idolatría esclavizadora en la que vivían los gálatas antes de oír el evangelio. Sin embargo, Pablo compara la idolatría antigua de los cristianos gálatas con el legalismo que están enseñando los judaizantes. En otras palabras, la forma de buscar relacionarse con Dios al guardar la ...

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