Devocional Familiar:
Leer Levítico 17, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Juan 11:6-12
“6Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. 7Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez. 8Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá? 9Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él. 11Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. 12Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará.
Tiempo de Dios
Como el apóstol Juan nos explicaba en los versículos anteriores, Jesús tomó su tiempo acatando el plan de Dios. En vez de salir corriendo a sanar su amigo Lázaro, espero dos días antes de visitarlo. Aún sabiendo que se exponía al peligro de ser apedreado por los judíos, Jesús se encaminaba a salvar a su amigo y todo para la gloria de Dios. Sus discípulos estaban preocupados, pero Jesús les explica que el que anda en la Luz no tropieza y que tenía que ir a despertar su amigo querido que estaba durmiendo.
Nosotros cuando clamamos a Dios, a veces queremos resultados rápido. Pero Dios sabe el porqué de las cosas y no podemos pretender entender todos los detalles de Su plan. Aún cuando las cosas se puedan ver de mal en peor, Dios está obrando. Nuestros ojos son de este mundo y solo podemos ver las cosas de este mundo. Pero nuestro Dios es espiritual y su capacidad no tiene límite y es imposible para nosotros comprender eso.
Dios va a obrar en nuestras vidas a su tiempo y durante ese periodo de espera solo nos toca mantenernos enfocados para poder seguir creciendo en santidad. El tiempo de Dios es perfecto y cuando entendamos esto con todas nuestras fuerzas, podremos estar tranquilos ante cualquier situación. El mundo quiere que nos desesperemos y no podemos caer en esta tentación. Debemos estar confiados que todo pasará al tiempo de Dios y estar confiado de que Él siempre estará con nosotros, pase lo que pase.
Desafio y Aplicación
Quizás te preguntas porque llevamos un mes en esta situación, sin poder visitar nuestro santuario o de poder compartir con nuestra familia en Cristo. Quizás no entiendes por qué está pasando esto durante la pascua, al fin nada te hace sentido y no alcanzamos ver el final de esta pandemia. Pero recordemos que Dios está obrando en la vida de muchas personas, nunca habíamos orado tanto o clamado a Dios como en estos días.
“Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.” (Jeremías 29:11)