Devocional Familiar:
Leer Levítico 16, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Juan 11:1-5
“1Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. 2(María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.) 3Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. 4Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. 5Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
Firmes en la adversidad
Juan nos recuenta que Lázaro, un amigo querido de Jesús, estaba muy enfermo. Las hermanas de Lázaro, María y Marta, le enviaron un mensaje urgente a Jesús con la esperanza de que Él viniera rápido a sanarlo. Pero los planes de Jesús eran otros, en los próximos versículos podemos ver como Él se demora un poco en llegar hasta Lázaro. Jesús les dice que no se preocupen, porque la razón de esta enfermedad no era para que Lázaro muriera, sino una oportunidad para glorificar a Dios.
Con esta pandemia sucediendo es fácil desesperarse y clamar a Dios para que nos proteja de esta enfermedad caótica. Vemos en los medios y noticias, día y noche, todo lo que está sucediendo y nos inclinamos a pensar en lo peor. Nos crea mucha ansiedad y miedo el no saber que va pasar. Igual que las hermanas de Lázaro, ansiosas y preocupadas por la condición de salud de su hermano al borde de la muerte, le pide a Jesús que venga y lo sane. Pero ya Jesús sabía que esta situación era para glorificar a Dios y no para quitarle la vida a su amigo.
Nosotros no podemos perder nuestra fe en Dios, y menos en las adversidades. Dios tiene un plan trazado para su pueblo y a nosotros nos toca confiar en Él. El mundo está en caos, porque el mundo no tiene a Jesús, pero nosotros si tenemos a Cristo en nuestras vidas. De una forma u otra Dios será glorificado durante estos tiempos difíciles. Por esto es importante, más en estos días, que estemos firmes en el evangelio para que el mundo vea en nosotros la paz que solo Jesús nos puede dar. Creando momentos oportunos para compartir la Palabra con otros y dar testimonio de todo lo que Cristo hace en nuestras vidas.
Desafio y Aplicación
Les animo con este versículo: “Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas.” (Josué 1:9)
Dios realmente está con nosotros y es lo único que necesitamos. Así que recordando esto, manteniendo la calma y confiando en Su plan. Siendo paciente, prudente y sabios en estos momentos es esencial para nuestras vidas y para la Gloria de Dios.