Devocional Familiar:
Leer Deuteronomio 2, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 2 Tesalonicenses 1:3-4
3 Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás;4 tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis.
El fruto de la perseverancia fiel en la aflicción (parte 2, el amor)
Ayer vimos que el primer fruto que Dios dio entre los tesalonicenses es el fruto de la fe. Después de reconocer el fruto de la fe, Pablo también reconoce el fruto de su amor fraternal. La palabra que Pablo usa aquí, agape, viene del verbo agapao, lo cual significa “preferir o darle la preferencia a otro.” El amor es cuando alguien voluntariamente rinde sus derechos para el beneficio de otro.
De todos los versículos bíblicos que ilustran este concepto, 1 Juan 3:16 es el más claro: “16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.”
Primero, vemos que Cristo es nuestro hermano mayor que puso su vida por nosotros. Él se hizo uno de nosotros, vivió como uno de nosotros, y voluntariamente puso su vida por nosotros.
En Juan 10:17-18 Jesús dice lo siguiente:
“17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”
El amor de Cristo es un amor salvífico y un amor ejemplar. Nuestro amor fraternal es una respuesta a su amor. El amor de los tesalonicenses era una respuesta al amor que ellos habían recibido de Cristo, y es un amor ejemplar que nosotros debemos imitar.
Desafio y Aplicación
Piensa en cómo Cristo puso su vida por ti y en las muchas maneras que tus hermanos han puesto sus vidas por ti. Recuerda que hoy Dios te llama a poner tu vida por tus hermanos, así como Cristo lo hizo y así como lo hicieron los tesalonicenses. ¿Cómo vas a poner tu vida por tus hermanos hoy?