Viernes

Devocional Familiar: Leer Job 29, orar y cantar juntos

Devocional Personal: Apocalipsis 3:11

Cristo nuestra corona

Mis hermanos, como ya hemos visto Cristo tiene conocimiento total de Su pueblo. Cristo resalta las buenas acciones de la iglesia de Filadelfia por su diligencia, su fidelidad, su fe, por guardar su Palabra y por honrar su nombre. En el día de ayer pudimos ver como los tiempos de prueba llegarán, ¿y cómo llegarán?, estarán en prueba aún sus elegidos, pero él promete estar con los que son fieles a Él. Mantengámonos fieles a su Palabra, sin desmayar, dependiendo del Espíritu Santo. Retengamos lo que Él nos ha dado en fe, no confiemos en nuestra propia prudencia, sino que sigamos dependiendo de la Palabra de Dios, reconociendo la necesidad que tenemos por Jesús como nuestro Salvador y Señor. Que no nos pase como a la iglesia de Éfeso, que perdieron su primer amor, se llenaron de tareas y servicios, pero en ello ya no estaban glorificando a Dios. No temamos a las aflicciones por causa de Cristo, como dice Apocalipsis 2:11: “...El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte”. Esto pasa ahora mismo con nuestros hermanos misioneros de las regiones con menor acceso al mensaje cristiano como la ventana 10/40, muchos de ellos viven persecución, son encarcelados, son víctimas de violencia extrema; son terriblemente torturados y aun así no pierden su fe, ¡mueren defendiendo su fe! Aún en medio de tantas dificultades permanecen firmes, porque ellos confían plenamente en Dios y saben que Dios tiene el propósito y el control de todo. Sus vidas aún en tribulación son para la gloria de Cristo, viven para su Rey, su Salvador y Redentor, Jesuscristo. Mis hermanos Jesús dice que retengamos lo que tenemos. ¿Y qué es lo que tenemos?, la salvación por medio de Jesucristo, su Palabra para hacer su voluntad y mantenerse hasta el final. Cada uno de sus hijos tiene dones y talentos dados por Él, trabajemos con ello, sirviendo a Jesús, honrando Su nombre, dando fruto de nuestra fe y siendo obedientes a su mandato. Así mismo, debemos asegurarnos de compartir su Palabra, el glorioso mensaje del evangelio a toda creatura como el Señor lo estipuló. Sigamos todo Su consejo que nos ha sido dado por medio de su Palabra, verdadera e inerrante. Esta es la guía para seguir en la carrera hasta que Cristo regrese y cada uno reciba su corona.

Desafio y Aplicación

Mis hermanos sabemos que podemos retener muchas veces las malas costumbres, el mal carácter, los malos pensamientos y deseos pecaminosos, entre muchos otros pecados, pero ¿qué tan difícil es retener la verdad de Dios?, ¿qué tan fácilmente nos olvidamos de hacer la voluntad de Dios? Les animo a meditar, a orar, pidiendo a Dios para que nos dé más amor por su Palabra y por conocerlo más a Él. Pidamos al Señor que nos llene de dominio propio, paciencia, fuerza para enfrentar el pecado y la tribulación venidera. Como dice en 1 Timoteo 6:11-12: “Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”. Que el Espíritu Santo confronte nuestros corazones y sean santificados día a día, para no desmayar, poniendo nuestra mirada en Cristo, añorando su regreso y el recibimiento de la corona de vida, nuestro Señor Jesucristo, como dice Isaías 28:5-6: “En aquel día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo; y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen la batalla en la puerta”.