Devocional Familiar:
Leer Job 21, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Apocalipsis 3:2-3
“Ponte en vela y afirma las cosas que quedan, que estaban a punto de morir, porque no he hallado completas tus obras delante de Mi Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo y arrepiéntete. Por tanto, si no velas, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”.
Acuérdate de tu pasado
Esta semana estamos estudiando la carta a la iglesia de Sardis. Esta es una iglesia que se ha desviado de su camino, ha dejado su pasión por Cristo. Dios les llama a regresar a las sendas antiguas, a su caminar con Dios . “Acuérdate de lo que has recibido y oído”, muchas veces vemos como la Biblia nos llama a hacer esto mismo. Dios nos llama a recordar lo que hemos recibido y aprendido de Él. En el Antiguo Testamento, los Israelitas siempre recordaban lo que Dios había hecho. Antes de los diez mandamientos, Dios dice “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.” (Éxodo 20:2, RVR60). Antes de dar las leyes para la vida de los Israelitas, les recuerda de cómo les había liberado de Egipto. En el Nuevo Testamento, el Señor nos manda muchas veces a recordar el precio de sangre de Jesús para limpiar y perdonar nuestro pecado. En 1 Pedro 1:18-19, Pedro dice, “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir…no con cosas corruptibles,..sino con la sangre preciosa de Cristo.”, Pedro les recuerda que el precio del rescate de su pecado no es cualquier precio, sino que es el precio de la muerte de Jesús en la cruz.
Al igual que la iglesia de Sardis, nos es muy fácil olvidarnos de lo que hemos recibido y aprendido de Dios. En los afanes de la vida cotidiana, empezamos a perder nuestro enfoque. Empezamos a valorar más nuestros bienes, el reconocimiento, o el éxito mundano y entonces olvidamos lo que hemos aprendido. Además perdimos de vista nuestro pasado, lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Nos olvidamos de nuestra salvación y del cuidado amoroso de Dios para con nosotros y todo esto se refleja en nuestra vida pues vivimos cargados, cansados, y preocupados.
Desafio y Aplicación
Si nos encontramos en esta situación, debemos escuchar el mensaje del texto de hoy. “Acuérdate de lo que has recibido y oído”. Toma un tiempo este día para recordar las obras increíbles de Dios. Lee Efesios 1 y medita en las bendiciones espirituales abundantes que Dios nos ha dado. Piensa en los años pasados y como has visto la mano de Dios obrando claramente en tu vida. Medita en las verdades bíblicas, el carácter de Dios y la obra de Jesús en la cruz. Mientras permanezcas en estas verdades vas a encontrar tu corazón en un cambio continuo.