Devocional Familiar:
Leer 1 Corintios 3:1-23, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Salmo 24:3-4
"¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño."
La verdadera santidad
A los Israelitas se les había instruido buscar comunión con Dios y deleite en adoración a Dios en un lugar físico en particular. Israel debía encontrarse con Dios en el tabernáculo en Jerusalén. Ya que Jerusalén estaba ubicado en la cima del monte Sion. Por eso los que se dirigen a Jerusalén a adorar cantan: "¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?" y responden: "El limpio de manos y puro de corazón." Debemos recordar que "sin santidad nadie vera al señor. Los Israelitas cantaban este salmo como una forma de animarse unos a otros "con salmos, himnos y canticos espirituales" (Ef 5:19) y recordar que la voluntad de Dios para nosotros es nuestra santificación (1 Tes 4:3).
Lamentablemente aun entre los cristianos este no es un llamado popular en nuestros días. El llamado a buscar la santidad, caminar en santidad y adorar en santidad se percibe como algo frio, amargo, y sin sabor. Se percibe como un llamado a vivir decaído y vacío de personalidad, alegría y vida. El día de hoy quiero que medites en esta verdad que puede cambiar todo lo que haces: la esencia de la santidad es deleite pleno en Dios.
Me explico, ser santo significa ser apartado para Dios. Significa que uno le pertenece a Dios y vive para Dios en acciones, decisiones, emociones y de todo corazón, alma y fuerzas. Esto significa que nadie puede decir que ha crecido en santidad cuando no ha crecido en felicidad, en gozo y en deleite en Dios y las cosas de Dios. Ese es el corazón de la adoración. El llamado a la santidad es también un llamado a dejar las cosas pecaminosas que nos dejan vacíos, no nos satisfacen y eliminan nuestro gozo y nuestra libertad. La santidad es dejar atrás estas cosas que envenenan nuestro corazón, y perseguir con todo lo que somos una satisfacción en Dios, el único que merece toda nuestra atención y todo nuestro corazón y el único que puede satisfacernos completamente.
Desafio y Aplicación
Busca formas de crecer en santidad durante este día y disfrutar mas a Dios y dile a Dios lo que dijo otro salmista: “Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre" (Salmo 16:1, 11).