Devocional Familiar:
Leer 2 Reyes 5, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Mateo 1
Jesus, Hijo y promesa a Adán y Eva
Mateo nos dio una genealogía donde nos muestra que Jesús es descendiente de David y Abraham, haciendo esto porque su evangelio fue dirigido inicialmente a los Judíos, pero Lucas al ser gentil nos da una genealogía hasta Adán. Lógicamente todos somos descendientes de Adán, pero el punto de la genealogía de Lucas es que Jesús es la simiente prometido a Eva. Luego de la desobediencia de Adán y Eva Dios castigo a ambos y maldijo la tierra, pero en su gran misericordia Dios no los destruye, sino que al contrario los viste y los deja vivir. A la serpiente, Dios la maldice y le advierte de lo que pasará con él en Genesis 3:15 “15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Desde la caída del hombre vemos que Dios promete un salvador a la humanidad, un salvador que será capaz de matar y destruir nuestro enemigo de una vez y para siempre. Esta simiente mencionada no es un pueblo o una nación si no está hablando en singular como de una persona, es decir un descendiente que será capaz de destruir el pecado y a satanás. Es importante que entendamos que Jesús ha sido anunciado a la humanidad desde el principio para salvarnos y redimirnos, más allá de genealogías y decendencias, Jesús no solo es el Salvador prometido y anunciado a través de toda la historia sino que Jesús es señor, salvador porque él es Dios mismo. Todo el punto de las genealogías en Crónicas, Reyes, Mateo, Lucas y el resto de la Escrituras son para hacernos entender de que Dios mismo se hizo hombre y vino a habitar entre nosotros para salvarnos, Juan 1:1-3 dice “1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 este era en el principio con Dios. 3 todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Juan nos dice que Jesús es Dios irrefutablemente y Jesús mismo afirmaba ser uno con Dios, haciéndose igual a Dios. Este es el gran misterio del evangelio, Dios descendió del cielo para salvar a pecadores que Él había elegido de antemano.
Desafio y Aplicación
Demos honra y gloria a Dios porque es grande en amor y rico en misericordia. Demos alabanzas a Dios porque viendo criaturas tan imperfectas y pecadoras, Él estuvo dispuesto desde un principio a venir a nosotros y pagar el mismo el precio de nuestra salvación y redención.
Filipenses 2:6-11 “6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.