Devocional Familiar:
Leer 2 Reyes 3, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Mateo 1:1
“Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.”
Jesús, Hijo y Promesa al Rey David
Ayer estuvimos meditando en como Mateo da evidencia concreta en que Jesús es hijo de Abraham. También estuvimos meditando en como Jesús no solo es hijo de Abraham, pero también es el cumplimiento de la promesa hecha a Abraham. Hoy estaremos meditando en como Jesús es el hijo del rey David, el cumplimiento de la promesa de Dios echa al rey David. El lunes meditamos un poco en como las genealogías eran importantes para llevar un margen del linaje de cada ciudadano de Israel, por ejemplo, mencionamos que este linaje era importante para poder determinar si el siguiente rey era un legítimo heredero al trono. Al mismo tiempo servía para verificar que el rey fuera descendiente de la Tribu de Juda y específicamente de la línea de David. Mateo, en el primer versículo declara claramente que Jesús es descendiente directo de Abraham y de David. Al hacer esto, Mateo resume toda la genealogía de Jesús en los dos personajes más grandes en la historia de Israel. Recordemos que Jesús públicamente se llamaba a si mismo el mesías salvador y por ende rey y señor de Israel, por lo tanto era necesario de que el fuera descendiente de David, pues solo los hijos de David podrían ser rey dado la promesa de Dios a David en 2 Samuel 7: 12-13 “12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13 el edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.”
En este texto podemos ver que Dios afirma que de la línea de David saldrá un rey el cual Dios afirmara su trono para siempre, es decir su reino no tendrá fin, Jesús es el cumplimiento de esta promesa pues él es el único que cumple con los requisitos demandados por Dios. Por esta razón Mateo antes de describir el nacimiento de Jesús primero nos muestra que Jesús es legítimamente hijo de David, y legítimamente es la promesa cumplida a David, lo que significa que su reino no tendrá fin, permaneciendo para siempre.
Desafio y Aplicación
Alabemos y glorifiquemos a Dios porque nos provee un rey el cual puede perdonar y limpiar nuestros pecados. El reino de este rey es sempiterno, o sea para siempre. Alabemos al Señor quien nos ha salvado y junto a quien habitaremos con por toda la eternidad.