Devocional Familiar:
Leer Josué 17, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Nehemías 2:20
“20Y en respuesta les dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará, y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, porque vosotros no tenéis parte ni derecho ni memoria en Jerusalén.”
Recuerda quien es tu Dios
Luego de ser animados por la palabra de Nehemías el pueblo comenzó a poner manos a las obras para reconstruir Jerusalén, pero como era de esperar el enemigo no se quedó de brazos cruzados. Sanbalat y Tobías se burlaron y despreciaron al pueblo de Dios, incluso trataron de presionarlos con su posición político preguntando si se estaban rebelando contra el rey del imperio persa. Hacían esto con el propósito de intimidarlos y hacerlos detener la obra, pero Nehemías les responde sabiamente al declarar: “El Dios de los cielos, Él nos prosperara”. Con estas palabras, Nehemías está aclarando que el Dios de Israel es el Dios de los cielos. Él es el Dios verdadero, todopoderoso y soberano, que reina y gobierna, sobre todo. Al mismo tiempo, Nehemías remarca que Dios es quien esta con ellos y confirma que El los prosperara, pues estan haciendo su voluntad al reconstruir la ciudad de Jerusalén. Hermanos, en medio de la oposición a veces vivimos como si nos olvidáramos de quien es nuestro Dios, olvidando lo incomparable que es y desconfiando de Él, pero Nehemías con esta pequeña oración nos ayuda a recordar quien realmente es nuestro Dios. El Dios que servimos es fiel, verdadero, cumple sus promesas y hace su voluntad.
Nehemías continúa diciendo “nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos”. Al afirmar que el Dios de Israel es el Dios verdadero Nehemías ahora afirma que ellos, el pueblo de Israel, son siervos del Dios verdadero y que en la reconstrucción de la ciudad de Israel están cumpliendo Su voluntad y trabajando para su gloria. Por lo tanto, Nehemías podía decir confiadamente, “Él nos prosperara”. Hermanos, recordemos que ser el pueblo de este Dios verdadero significa ser sus siervos y vivir para la gloria de Él, confiando que Él nos prosperara sin importar la oposición del enemigo.
La última frase de Nehemías a Sanbalat y Tobías entonces sirve como una condenación para ellos, “porque vosotros no tenéis parte ni derecho ni memoria en Jerusalén.” Nehemías les recuerda su lugar en la historia. Ellos no pertenecen a el pueblo del Dios verdadero, sino que son enemigos de Dios y como enemigos su destino seria la destrucción y perdición.
Desafio y Aplicación
Hermanos, meditemos en la grandeza de nuestro Dios. Recordemos que Él es el Dios verdadero, todopoderoso y soberano. Nada de lo que pasa en nuestras vidas es una sorpresa para El, por lo tanto, seamos agradecidos con El por salvarnos y hacernos suyos. Ya no extranjeros ni enemigos, somos parte del pueblo de Dios, llamados a ser siervos y vivir para su gloria. Pongamos nuestras manos a la obra para glorificarlo sirviendo en los ministerios de la iglesia, y compartiendo su evangelio con toda criatura, sabiendo que El prospera su obra entre nosotros.