Devocional Familiar:
Leer Josué 14, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Nehemías 2:13-16
“13Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego.14 Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba.15Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví.16Y no sabían los oficiales a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta entonces lo había declarado yo a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y oficiales, ni a los demás que hacían la obra.”
La destrucción: El resultado de la desobediencia
Ya en la noche, Nehemías junto a un grupo pequeño, se dispone a ir y ver el estado de la ciudad tomando muchas precauciones para no llamar la atención. En el versículo 13 Nehemías nos dice que observo los muros de Jerusalén y estaban derribados y sus puertas totalmente quemadas, en el versículo 14 paso por la puerta de la Fuente y al estanque del Rey que debería ser el lugar más seguro de la ciudad, pero estaba tan destruido y desordenado de tal manera que ni siquiera un caballo podría cruzar debido a su miseria. En el versículo 15 Nehemías continua observando la condición del muro y regresa de nuevo a donde estaban todos. Lo que Nehemías simplemente hizo es observar la ciudad; Jerusalén, la ciudad de David, la capital de la nación escogida de Dios, los hijos de la promesa a Abraham, el pueblo del Dios viviente, hecha polvo en un estado completamente destruida y humillada, irreconocible, destrozada hasta sus cimientos. Nehemías meditaba en todo esto probablemente preguntandose, como pudo haber sido posible este caos? ¿Como es que cayó tan bajo el pueblo escogido del Dios todo poderoso? La respuesta la vemos en el capítulo 1 verso 7: “En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo.” La desobediencia de Israel hizo que Dios los entregara a sus enemigos, en el capítulo 28 de Deuteronomio podemos ver las bendiciones que Israel recibiría si obedecían la ley de Dios pero también las maldiciones que recibirían si desobedecían, el verso 52 dice: “Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado”. Esta era una advertencia de Dios a Israel si ellos desobedecían y Nehemías estaba viendo el resultado de su desobediencia, este panorama que Nehemías nos describe es un gran ejemplo y recordatorio que Dios es fiel a su palabra, El cumple lo que promete ya sea para bien, si obedecían, o para mal, si desobedecían.
En el versículo 16 Nehemías nos dice que nadie se enteró de su recorrido; sino solo los pocos que fueron con él. También menciona no haber contado nada a nadie, aun esperaba la forma correcta y las palabras necesarias para animar al pueblo restante a obrar. Nehemías vio el resultado de la desobediencia del pueblo en la destrucción de la ciudad de Jerusalén y ahora buscaba animarlos a reconstruir en obediencia a Dios.
Desafio y Aplicación
En el día de hoy, recordemos en lo fiel que es nuestro Dios. Meditemos en todas sus promesas para con nosotros, recordando y confiando que El cumplirá cada una de ellas sin excepción. De igual manera meditemos en lo misericordioso que Él ha sido con nosotros, a pesar de nuestros pecados, en Cristo Jesus tenemos nuestra única esperanza de vida. En Cristo tenemos el cumplimiento de sus promesas, el bien para con su pueblo.