Devocional Familiar:
Leer Josué 15, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Nehemías 2:17-18
“17Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio.18Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.”
Levantémonos y edifiquemos
Luego que Nehemías llegara a Jerusalén y tomara un poco de tiempo para reflexionar en toda la situación que se encontraba Jerusalén finalmente comunica su propósito y misión en Jerusalén.
En el versículo 17 Nehemías comenzó a hablar diciendo, “vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén esta desierta y sus puertas consumidas por el fuego”. Nehemías les recuerda a los habitantes presentes las circunstancias en las que se encuentran, describiéndoles lo que ha observado en su recorrido por la ciudad. Nehemías no hace esto porque ellos desconocieran las circunstancias en las que se encontraban, sino más bien lo hace para animarlos a buscar de Dios y remediar la situación. La apariencia deshonrosa de la ciudad de Jerusalén servía como un recordatorio de la situación en la cual se encontraba el pueblo.
Nehemías sabia esto acerca de su pueblo, por eso en lo restante del versículo 17 los anima: “venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio” Nehemías anima al pueblo a reconstruir el muro de Jerusalén, los anima a enmendar las cosas para salir de su “oprobio” y de su miseria y desgracia. En el versículo 18 Nehemías los continua animando para poner manos a la obra y las siguientes palabras de ánimo para el pueblo fueron “Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho” Nehemías usa su propio testimonio para animar al pueblo, de una manera que glorifica a Dios, mostrándoles como el Señor abrió las puertas y permitió que incluso el rey concediera todo lo necesario para cumplir la voluntad de Él. Las palabras de ánimo y exhortación de Nehemías fueron de tanto aliento que el pueblo dijo “Levantémonos y edifiquemos” y se pusieron a la obra.
Desafio y Aplicación
Hermanos meditemos en nuestras propias vidas, ¿reconoces alguna área de tu vida en el cual sientes deshonra? ¿Has permitido alguna practica pecaminosa a ser parte de tu diario vivir? Te animo a reflexionar en la obra de Cristo, el precio pagado por tus pecados y tu salvación. De igual manera seamos como Nehemías para con nuestros hermanos, si sabemos que alguno anda de una manera deshonrosa tengamos el valor para exhortarlo al arrepentimiento. Incluso animémonos unos a otros contándonos nuestros testimonios de como el Señor ha obrado en nuestras vidas y lo bueno que sido para con nosotros en su gran misericordia, para juntamente proclamar “levantémonos y edifiquemos” para el reino de los cielos.