Sábado

Devocional Familiar: Leer Ester 4, orar y cantar juntos

Devocional Personal: 2 Timoteo 4: 21-22

Amandonos por la gracia de Dios

El día de ayer estuvimos meditando en la preocupación y amor de Pablo hacia sus hermanos y discípulos, en estos últimos dos versículos podemos ver que Pablo esperaba a Timoteo lo más pronto posible, recordemos que se encontraba solamente con Lucas, y que a los demás hermanos que lo habían acompañado en sus viajes y habían colaborado con él no estaban, y que incluso algunos lo había desamparado, así que la llegada de Timoteo, su amado hijo espiritual, como le dice al principio de la carta, era un motivo de grande gozo. Timoteo fue parte del legado que dejó Pablo producto de la enseñanza fiel, discipulado y ejemplo. Muchos hermanos fueron salvos gracias al servicio de Pablo y llegaron a dar frutos, incluyendo a Timoteo, y continuamente habían hermanos que seguían sacando adelante la obra. Es nuestra responsabilidad hacer todo lo que podamos para mantener el mensaje del evangelio predicando, enseñando y discipulado a las siguientes generaciones. Pablo le dice a Timoteo que el Señor Jesucristo este con su espíritu, el anhelo y deseo de todo cristiano debe ser que el Señor Jesucristo permanezca con nosotros, porque sin Él en nuestras vidas nada podemos hacer y no podríamos afrontar el mundo y sus adversidades sin Él, nada tendría sentido. Pablo se despide deseando que la gracia y bendición de Dios sea para con toda la iglesia, es decir Pablo desea que la gracia de Dios siempre este con sus hermanos y la Iglesia.

Desafio y Aplicación

Hermanos hemos podido aprender acerca del amor que debemos tener los unos a los otros como iglesia, sintiéndonos como una familia en Cristo, padres, madres, hermanos, hermanas, hijos e hijas. Apoyándonos en oración, ánimos, consejo, palabra y todo lo que necesitemos para continuar en los caminos del Señor, llevando y compartiendo la Salvación a los perdidos.