Devocional Familiar:
Leer Deuteronomio 32, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 2 Tesalonicenses 3:13
13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
No os canséis de hacer bien
Ayer vimos que el requisito mínimo que Cristo espera como Señor sobre nuestros trabajos es que podamos comer nuestro propio pan. La razón por la cual Pablo les recordó este requisito mínimo es que hubo un grupo de hermanos que no estaban cumpliendo con ese requisito. Sin embargo, hubo otro grupo de hermanos que estaban siendo afectados financieramente por los hermanos ociosos. Por lo tanto, en el versículo 13, Pablo deja de amonestar a los ociosos para darles una exhortación a los demás hermanos que habían sido generosos.
Dado que hubo algunos hermanos abusando de la generosidad de los tesalonicenses generosos, había una tentación de que esos hermanos generosos se endurecieran en contra de las necesidades reales de otros hermanos. Por lo tanto, Pablo les recuerda que Cristo como Señor sobre sus trabajos y finanzas les llama a seguir abundando en la generosidad y no cansarse de hacer bien.
A veces las personas pueden abusar de nuestra generosidad, pero es importante recordar que Dios nos llama a ser generosos. Debemos tener cuidado de no endurecernos de tal manera que la desobediencia de algunas personas ociosas nos distraiga de lo que nuestro Señor Jesús espera de nosotros cuando hay necesidades reales en el mundo.
Desafio y Aplicación
Los que vivimos en los Estados Unidos no estamos sufriendo hambre, aún en medio de una pandemia mundial. Sin embargo, hay muchos hermanos en el mundo que perdieron sus trabajos y se encuentran en un tiempo de crisis financiera con hambre real. Te desafío a considerar si hay una persona específica a la que puedes apoyar o si no, si hay una organización cristiana de confianza que puedas apoyar con una ofrenda generosa. Sobre todo, recuerda que Dios te llama a proveer para las necesidades de tu familia y para la familia de la fe.