Devocional Familiar:
Leer Deuteronomio 30, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 2 Tesalonicenses 3:10
10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma
Una advertencia contra la ociosidad
El día de ayer vimos cómo el discipulado en el trabajo se logra mediante el ejemplo de otros cristianos como Pablo y el equipo misionero. Sin embargo, vemos que el discipulado en el trabajo también se logra mediante advertencias de las consecuencias negativas de no trabajar.
Después de recordar a los tesalonicenses el ejemplo de los misioneros que trabajaron, en vez de aprovecharse de su derecho de vivir del evangelio, Pablo les recuerda la fuerte advertencia en contra de la ociosidad. ¿Cuál es la consecuencia de no trabajar? ¿Cuál es la consecuencia de la pereza? La palabra de Dios no nos ha dejado en sliencio sino que nos ha advertido de manera contundente:“Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”
Es importante notar que Pablo habla de un hermano que “no quiere” trabajar y no de un hermano que no puede trabajar por circunstancias fuera de su control. Sin embargo, lo claro es que un hombre que rehúsa trabajar voluntariamente no merece comer.
Con esta frase, Pablo resume la enseñanza de los misioneros y la enseñanza constante de los proverbios.
Oigamos esta advertencia de parte de nuestro Dios en los proverbios:
La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece. (Proverbios 10:4)
El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada. (Proverbios 13:4)
El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento. (Proverbios 12:11)
El perezoso no ara a causa del invierno; Pedirá, pues, en la siega, y no hallará. (Proverbios 20:4)
Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;
34 Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu pobreza como hombre armado. (Proverbios 24:23-24)
Desafio y Aplicación
Te desafío a meditar en las consecuencias del pecado de la ociosidad. La palabra de Dios dice claramente que la ociosidad resulta en pobreza y hambre. Las consecuencias de la ociosidad te afectarán a ti, a tu familia y a tu iglesia. Sin embargo, lo peor de vivir en la ociosidad es que así no podrás degustar y ver la bondad del Señor.