Devocional Familiar:
Leer Deuteronomio 13, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 2 Tesalonicenses 2:6-7
6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7 Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio.
El Misterio de la Iniquidad
Para la iglesia en Tesalónica sería fácil entender que el misterio de la iniquidad ya estaba operando, su realidad presente de persecución y tribulación eran evidencias suficientes para esto. Sabemos que Pablo trato el tema en persona con la iglesia y aunque no tenemos toda la información sabemos que la Biblia nos enseña que, desde la caída del hombre, su rebelión contra Dios y sus ordenanzas está presente en el mundo. Desde el Edén vemos al enemigo y la promesa de la simiente de salvación. En este texto Pablo esta hablando no solo de la iniquidad del pecado, sino de un misterio especifico que ha sido detenido. Poniendo eso en contexto, la iglesia está siendo perseguida y, aun así, Pablo apunta hacia la realidad de que el misterio de la iniquidad ha sido detenido, su furor no tiene libertad para actuar en contra de la iglesia.
¿Quién es él que lo detiene? Como escribió un autor, “Los tesalonicenses estaban más adelantados que nosotros en su conocimiento de la escatología. Ellos sabían. Nosotros no.” A pesar de esto, algunos estudiosos han concluido que es el Espíritu Santo, mientras que otros reconocen que Pablo está hablando sobre “el principio de la legalidad contrapuesto al de la ilegalidad”. En ambos casos se afirma la intervención de Dios para detener el misterio de la iniquidad, esa verdad es la que nos debe sostener cuando meditamos en este texto. Jesus mismo enseño sobre la soberanía del Padre sobre todo y respondiendo a la confesión revelada a Pedro de su identidad como “el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, dijo en Mateo 16:18 “sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” Por lo tanto, no somos llamados a temer sino a creer.
Desafio y Aplicación
Te animo hoy a orar y confiar en que el evangelio trae el verdadero cambio a nuestras vidas y comunidad. Nuestro papel como iglesia es compartir el evangelio de Cristo que es poder de Dios para salvación de los pecadores. Cumplamos la gran comisión en nuestra ciudad y continuemos haciendo discípulos.
1 Timoteo 2:1-2, “Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.”