Devocional Familiar:
Leer 2 Crónicas 16, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Timoteo 6:8
“8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.”
Agradecidos con la providencia de Dios
Ayer estuvimos viendo como Pablo refuta falsos maestros que tratan de sacar ganancia terrenal con el evangelio. Meditamos en como Dios es tan misericordioso con nosotros que aparte de darnos vida, sostén diario, salud y todas las bendiciones terrenales, sobre todo Él en su gran misericordia nos otorga la vida eterna y salvación, para pasar una eternidad con Él.
En el versículo 8 Pablo nos está enfatizando eso exactamente, es decir; si ya entendemos el evangelio y contemplamos la obra redentora de Cristo en nuestras vidas, la iglesia y su plan de salvación, deberíamos entender que nuestro fin no es en este mundo, ni nuestro reino es terrenal. Por lo tanto, primeramente, debemos estar eternamente agradecidos con Dios por el simple hecho que Cristo ha muerto por nosotros, para perdón de nuestros pecados. Ese hecho es más que suficiente para nosotros estar completamente entregados a Dios, sin embargo recordemos que vivimos en este mundo aún y que hasta el momento en que Dios nos llame deberemos estar aquí trabajando para su gloria. Mientras estemos en este mundo Pablo dice “teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.” Lo que Pablo quiere decirnos es que no le demos mayor enfoque al mundo y sus ofertas, que no pongamos en primer lugar el dinero antes que a Dios. Muchas personas han mal interpretado este versículo diciendo que lo que Pablo dice es que un cristiano no debería tener aspiraciones o deseos de obtener bienes como casa, autos, buen trabajo, entre otras cosas, pero decir esto sería un error. Dios de hecho nos ordena a trabajar duro como vimos en los primeros versículos 1 y 2 en donde Pablo nos exhorta a trabajar lo mejor que podamos en nuestros trabajos y deberes. El punto principal del versículo 8 en contexto es que si obtener estas comodidades y lujos terrenales nos aparta de Dios es mejor dejarlas y conformarnos con la salvación, el pan de cada día y un lecho donde dormir, ya que aunque no tengamos lujos y riquezas terrenales de cosas, que son perecederas, tenemos en la eternidad una riqueza mayor a todo lo podríamos obtener en este mundo.
Desafio y Aplicación
Recordemos que no estamos en este mundo para conseguir cosas superficiales y riquezas terrenales, sino que estamos en este mundo para dar honra y gloria a Dios. Con esto en mente, meditemos en que Dios nos pide a hacer y obrar en todo de la mejor manera posible y con la mejor actitud posible. Que podamos esforzarnos en trabajar diariamente para proveer a nuestros hogares y seres queridos, pero cuando estas cosas nos comienzan a separar de Dios, a estorbar en nuestro diario caminar con el evangelio y se tornan en un ídolo, es mejor dejarlas y conformarnos con la salvación, la eternidad y la providencia de Dios en este mundo para nuestro diario vivir. Ciertamente haciendo estoy tenemos gran esperanza.
Mateo 6:25-26 “25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni
recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”