Devocional Familiar:
Adorar juntos como familia en la iglesia.
Devocional Personal: Lucas 1:77-79
“Para dar conocimiento de salvación a su pueblo,
Para perdón de sus pecados,
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
Con que nos visitó desde lo alto la aurora,
Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte;
Para encaminar nuestros pies por camino de paz”
La salvación de Dios
Al final de la alabanza de Zacarías vemos que profetiza como Juan el Bautista, su hijo, seria un profeta que enseñaría a su pueblo sobre la salvación de Dios. Juan el Bautista anunciaría al salvador. Esta salvación contiene tres elementos claves. Primero, se enfatiza el perdón de los pecados. Segundo, la visita misericordiosa de Dios par dar luz a los perdidos. Y tercero, para guiarnos a una vida paz. Cada una de estas áreas nos recuerda la necesidad de ser salvos y la gloria de la salvación.
Primero, el perdón de pecados es un mensaje esencial. Necesitamos ser perdonados. Todos nosotros. De lo contrario sufriríamos el castigo eterno de Dios en el infierno. No hay ningún beneficio mas importante o mas esencial que este. Por medio de Jesucristo Dios pudo otorgarnos perdón. Jesús tomo el lugar del pecado y recibió el castigo que merecíamos recibir nosotros. La justicia fue satisfecha con la condenación del pecador en Cristo. Esto abrió el camino para que entrara la gracia de Dios y pudiera perdonarnos eternamente. Esta es una gloriosa salvación.
Segundo, luego nos habla de la visitación de Dios. Esta visitación es descrita como la llegada de “la entrañable misericordia de nuestro Dios.” Y habla de la venida de Dios como la aurora. La aurora es la luz rojiza que cubre el cielo al amanecer. La Biblia se refiere a la aurora varias veces para describir la venida de Dios y el Mesías para salvación y para el establecimiento de su reino de justicia y paz. «Desde el seno de la aurora tienes tú el rocío de la juventud» (Sal. 110:3). «la senda de los justos es como la luz de la aurora» (Pr. 4:18). «Para vosotros, los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia» (Mal. 4:2); «¡Levántate! ¡Resplandece! Porque ha llegado tu luz, y la gloria de Yahvé ha resplandecido sobre ti»
Tercero, encaminara nuestros pies por caminos de paz. En otras palabras, la reconciliación con Dios se manifestará en reconciliación con nuestro prójimo. Debemos estar marcados por paz, no por conflicto. Como dice el apóstol Juan, “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Jn 2:6).
Desafio y Aplicación
toma un tiempo para agradecer a Dios por tu salvación y pide a Dios una oportunidad para compartir el evangelio hoy.