Devocional Familiar:
Leer Romanos 7, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Galatas 2: 12
Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión
El temor al hombre
Cuando Pedro comía con los gentiles en Antioquia estaba comunicando algo hermoso acerca del plan de Dios para con las naciones. En Antioquia, una ciudad cosmopolita y diversa, la gloria de Dios en la diversidad étnica era evidente en las iglesias. Sin embargo, Pedro se entero que algunos judíos cristianos de la iglesia de Jerusalén, la iglesia de la que Pedro era miembro, también desearon ir a Antioquia a ver lo que sucedía. Sin embargo, al enterarse de esto Pedro dejo de comer con los gentiles y comenzó a comer solo con los hermanos de Jerusalén por miedo a que tuvieran una mala impresión y su imagen en Jerusalén cambiara.
Esto es lo que se llama “temor al hombre” y todos estamos tentados a caer en esta tentación. Ante personas influyentes podemos titubear en la fe. Ante la presión de nuestros compañeros de trabajo o del jefe, o de compañeros de clase, podemos ser tentados a cambiar nuestro comportamiento para aparentar un comportamiento mas aceptable para ellos. Esto es un grave pecado y se llama “temor al hombre.” A esto se refería Jesús cuando dice en Mateo 10:28: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.”
Desafio y Aplicación
Piensa en tu propia vida ¿Has sentido tentación de vivir en temor al hombre? ¿Estas honrando a Dios en tu trabajo y en tu familia? Podrías decir como Pablo en Gálatas 1:10 “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”?