Devocional Familiar:
Leer 2 Crónicas 34, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Hebreos 10:11-14
“Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados”.
DESCANSANDO EN LA OBRA DE JESÚS
Esta semana vamos a estar meditando en la importancia de la resurrección de Jesús. Este pasaje de Hebreos nos ayuda a entender uno de los otros beneficios que tenemos como cristianos en la resurrección de Jesús. Ayer vimos que la resurrección prueba que Jesús en verdad era Dios, hoy veremos que la resurrección de Cristo muestra que en su muerte Jesús de verdad lavó los pecados del mundo. Este pasaje empieza explicando que los sacrificios del tiempo del Antiguo Testamento nunca podían quitar el pecado, por eso tenían que seguir ofreciendo sacrificios cada año. Algunos han notado que ni el tabernáculo ni el templo tenían sillas para que pudieran sentarse los sacerdotes. La razón era que en verdad su trabajo nunca acababa porque sus sacrificios no fueron una solución final para lavar el pecado. Pero la obra de Jesús es muy diferente, él murió tomando el castigo del pecado que merecíamos, pero no se quedó en la tumba, él resucitó tres días después mostrando que había satisfecho la ira de Dios. Después fue llevado al cielo y se sentó a la diestra del padre, él se sentó, se sentó porque había terminado su trabajo. No tenía más para hacer. La deuda del pecado fue pagada. Eso significa que si tú eres cristiano, tú tampoco tienes nada más por hacer. Por el sacrificio de Jesús, Dios ha perdonado tu pecado y por la resurrección de Jesús, sabes que la obra de Jesús es completa. No hay más para hacer.
Desafio y Aplicación
Aunque muchos de nosotros ya sabemos que Jesús murió por nuestros pecados, muchas veces encontramos realmente difícil descansar en la obra de Jesús. Tendemos a pensar que necesitamos arreglarnos antes de venir delante de Dios, muchas veces vivimos en constante condenación de las maneras en que hemos fallado a Dios. Y nos encontramos a nosotros mismos esperando por un día en el cual vamos a sentirnos suficientemente puros y obedientes para poder acercarnos a Dios. Hebreos 10: 22 continúa explicando los resultados de la obra completa de Jesús, “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.” Hermano puedes venir delante de Dios con un corazón lleno de paz. No es porque no has fallado a Dios, sino porque Jesús ha limpiado ese pecado. Hermanos, descansa en la obra completa de Jesús, vive para él con libertad porque sabes que no puedes añadir a su obra en la cruz. La resurrección de Jesús prueba que eres completamente limpio delante de Dios.