Devocional Familiar:
Leer Éxodo 30, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Galatas 4:29-30
“Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Más ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.”
Cristo es suficiente
Pablo le está hablando directamente a los gálatas que aún se apoyan de la ley mosaica, porque no acaban de entender que Cristo es suficiente. Por eso el apóstol los amonesta diciendo que lo que está pasando ahora es lo mismo que paso en aquel tiempo. Cuando el hijo que nació de modo puramente humano perseguía al hijo que nació por obra del Espíritu, haciendo referencia a la Palabra escrita: «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no puede compartir la herencia con el hijo de la libre.”
Los amantes de la ley se ofenden al escuchar esto, porque en otras palabras Pablo los está botando de la iglesia si no cambian su pensar. No solo porque están creyendo en un falso evangelio que los condenara personalmente, sino porque también quieren desviar a lo demás del camino de Cristo a la perdición. El apóstol ama la iglesia de Dios y la protege como un pastor a las ovejas. Esta es la gran importancia de siempre entender bien el evangelio, para poder defenderlo y compartirlo. Dando a entender que Jesus es lo único que necesitamos en nuestras vidas porque Cristo es más que suficiente.
El mundo es un lugar caótico y sin Cristo estamos perdidos. Por eso vemos como la humanidad se enfoca en el dinero, en aparecías, en lo nuevo, buscando un sentido de pertenencia en este mundo. Es agotador, los que lo “logran” con méritos mundanos, pisoteando a mucho para llegar a la cima, termina completamente solos y vacíos. Una vida sin sentido que siempre pide más y más de uno, como un cáncer que te sigue consumiendo hasta el fin.
Desafio y Aplicación
Debemos enfocarnos en ser buenos ciudadanos del Reino de Dios, a través de nuestra fe en Cristo y firmes en la búsqueda de la santidad. Por eso la Palabra nos dice: “No acumulen para sí tesoros en la tierra, más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” Cristo vive en nuestro corazón y por eso Él es suficiente. Te pido que por favor examines tu corazón hoy y reflexiones en las siguientes preguntas. ¿Cuáles son tus deseos? ¿Te la pasas deseando las cosas que ofrece este mundo? o ¿Solo deseas honrar a Dios, imitando la vida de Cristo