Devocional Familiar:
Leer Éxodo 26, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Gálatas 4:21-22
“Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley? Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre.”
Somos libres en Cristo Jesus
Pablo muy sabiamente inspirado por el Espíritu Santo le expone otro ejemplo a la iglesia de Gálatas. Ya que algunos de los hermanos de galacias seguían inclinándose a permanecer bajo la ley mosaica. Pablo les reta con la siguiente pregunta: “¿Acaso no han escuchado lo que la ley dice?” Les recuerda que Abraham tuvo dos hijos, uno con Agar que era una esclava y otro con Sara, su esposa. En otras palabras, la descendencia prometida a través de Abraham, quien es Cristo Jesus, no provino de una mujer esclava, sino de una mujer que era libre.
Una y otra vez seguimos viendo como Pablo expone el evangelioo de varias maneras usando la Palabra de Dios que era tan conocida entre los creyentes, para dejar claro el mismo punto. Que ya no son esclavos de la ley mosaica, sino libres en Cristo Jesus. Que hermoso el poder entender esta interpretación de Pablo. Solo podemos imaginar las caras de asombro de los hermanos de Gálatas al escuchar estas palabras por primera vez. Es casi imposible para un creyente no impresionase con la sabiduría y autoridad que el Espíritu Santo reprendía a los de galacias a través del Apóstol Pablo.
Recordemos que gracias al sacrifico que hizo nuestro Libertador en la cruz, ya no somos esclavos del pecado. Solo Él nos puede dar esa libertad que produce una paz maravillosa que nos lleva a la vida eterna. ¿Entonces por qué insistimos en sacrificar nuestra paz para volver a lo que nos provoca ansiedad, estrés y nos lleva a nuestra muerte espiritual? Por esto Pablos nos pregunta en otras palabras: ¿Por qué actuamos como si perteneciéramos a la esclavitud, cuando hemos nacimos de nuevos libres en Cristo Jesus?
Desafio y Aplicación
Meditemos hoy en como comienza el primer versículo de (Gálatas 5), “Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud.” No volvamos a la ansiedad y estrés de antes, les animo de la misma forma que (Romanos 6:22) nos exhorta, “Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna.” ¿Qué mejor destino que ese?