Devocional Familiar:
Leer Exodo 10, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Galatas 3:24-25
“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo”.
Ya no somos esclavos del pecado
Pablo dice que la ley es nuestro “ayo.” ¿Qué signficia esto? Esa palabra signfica que la ley para el pueblo de Israel era como un esclavo que está a cargo de vigilar los niños y llevarlos a la escuela, la meta de ese “ayo” no era transformar la vida de los niños, sino solo guiarlos hacia su maestro que transformaria la vida de los niños. Ese maestro es Jesucristo. Cuando al ley llevo a los isralitas a darse cuenta de sus pecados, y ellos puesieron su fe en Cristo, entonces la ley cumplio su funcion. Ya llego a su meta.
¿Cuál fue el proposito de este “ayo,” es decir, de la ley? El proposito era llevarnos a Cristo. Recordemos que la ley es dada por Dios. Dios planeo guiarnos hacia Cristo desde el principio. En Cristo, Dios nos proveeria salvación: justificacion por la fe. Pablo dice que el cristiano ya ha experimentado esta salvación. Ya es justificado por la fe. Y “venida la fe, ya no estamos bajo ayo.” Cuando nos volvemos cristianos, ya no necesitamos estar aferrados a la ley. No porque la ley sea mala, sino porque el proposito de la ley no es que nos quedemos aferrados a ella, sino que su porposito es llevarnos a Cristo. Una vez que estamos en Cristo, debemos quedarnos ahí. Quien mejor que Cristo para cuidar y velar por nosotros.
Desafio y Aplicación
Si tú sabes que una carretera te lleva a la vida y otra a la muerte, ¿cuál tu escogerías? Esto sería una decisión muy fácil para la mayoría, podemos asumir que muchos tomarían el camino de la vida. Pero lamentablemente muchos toman el tramo que conduce a su fin. Muchas de estas personas son conocidos, tu familia y tus amistades. Aparte de nuestro deber de orar para que Dios cambie sus corazones, te desafío a que también les compartes el evangelio más intencional. Para eso debemos entender el evangelio bien nosotros para poder compartirlo. Solo así tendrán la oportunidad de evitar la tragedia de la condenación.