Devocional Familiar:
Leer Exodo 8, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Galatas 3:18-20
“Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa. Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador. Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.”
Cristo es nuestra promesa
Aquí se nos explica que Dios prometió darle un regalo a la Abraham y su simiente. Este regalo podriamos resumirlo como la promesa de salvación. Si el regalo de la salvación dependiera de la tarea imposible de cumplir la ley, entonces ya no seria un regalo. ¿Entonces para qué sirve la ley, pregunta Pablo? La ley fue dada a Moisés a través de ángeles con el propósito de mantener el pueblo de Dios en obediencia en la espera de Cristo. Esta ley ya no es necesaria, solo necesitamos a Jesús, quien cumplió la ley perfectamente por nosotros.
Nuestra salvación es solamente alcanzada por nuestra fe en Jesucristo y no por la Ley. Una y otra vez Pablo nos explica esto de distintas maneras. Recordemos que por siglos el pueblo de Israel solo tenía la ley para mantenerse firme en su vida. Por su naturaleza humana se le hacía difícil entender que este pacto antiguo de la ley Mosaica ya habia cumplido su proposito con la llegada de Cristo y el nuevo pacto. Cristo es la simiente de Abraham y en el se cumple la promesa de Dios hecha a Abraham. Si tu estas unido a Cristo entonces tu eres parte de esa simiente y por lo tanto recibiras el cumplimiento de la promesa de salvación. Cristo es tu salvador. Cristo te une a la hisotria que lees en las paginas de la Biblia. Cristo te hace participe de su plan de salvación que comienza en Genesis y se cumple en Apocalipsis.
Desafio y Aplicación
Dejame hablar a tu vida personal con esta pregunta ¿Cómo lees la Biblia? ¿La lees como algo alejado de tu realidad? ¿La lees como si estuvieras leyendo algo distante que no tiene que ver contigo? ¿o la lees como si fuera tu historia, parte de tu historia, tus antepasados espirituales y como el pasado que explica tu presente y el futuro que esperas que se cumpla con ansias? Lee la Biblia. Sumergete en la palabra de Dios de dia y de noche.