Devocional Familiar:
Leer Números 19, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Tesalonicenses 4:15-17
15Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor
En Muerte y Vida De Cristo Somos
En el día de ayer miramos algunos detalles del regreso glorioso de Cristo, enfatizando que será personal, visible y glorioso. Hoy miramos el mismo texto, pero conocemos la experiencia de la iglesia en este gran momento. En esta porción vemos la respuesta ordenada de Pablo a la pregunta de los tesalonicenses, ¿de qué ocurrirá con los que han dormido en Cristo cuando el regrese en gloria? Primero Pablo nos dice que los muertos en Cristo resucitaran primero. La muerte, ese gran enemigo del hombre y fruto del pecado, fue vencido por Cristo Jesus al resucitar y como tal los que hoy duermen en Cristo serán levantados por el poder de Dios. La resurrección de estos está garantizada en la resureccion de Cristo, pues Aquel quien venció la muerte tiene todo dominio y autoridad. Por eso morir en Cristo no es algo que debe atemorizarnos, sentimos tristeza por no sin esperanza.
Pablo continúa diciendo, “Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos…”. Pablo y los tesalonicenses tenían la misma esperanza, según se hace constar en 1 Tesalonicenses 1:9–10: “cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”. No esperaban la muerte, sino la venida de Cristo. Esa debe ser la expectación y anhelo de todos los creyentes de todas las épocas.
Al pasar los años de ministerio vemos que la realidad de este evento quedaba marcada en la teología de Pablo quien escribió en Romanos 14:8-9, “Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió y resucito, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.”
Desafio y Aplicación
Te animo a adorar a Dios por esta gran esperanza y seguridad que tenemos en Cristo, todos seremos transformados por y para su gloria. ¡Que nuestro Señor nos encuentre haciendo su voluntad para que cuando llegue el glorioso día, sea que vivamos o durmamos, podamos ser levantados juntamente con El!