Devocional Familiar:
Leer Números 17, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Tesalonicenses 4:14
14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
La Verdad: Fuente De Nuestra Esperanza
Pablo les recuerda la base y fuente de la esperanza de los tesalonicenses para aquellos creyentes que durmieron en Jesus. Su esperanza esta concretamente fundamentada en hechos históricos reales. Primero, apela a la muerte y resurrección de Cristo. Esos hechos eran innegable e indudables para los tesalonicenses quienes habían recibido la predicación de Pablo, durante tres días de reposo, “declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo” (Hechos 17:3). La expresión “porque si creemos que Jesús murió y resucitó” no es condicional, sino que es una afirmación, que podría leerse “Puesto que creemos que Jesús murió y resucitó”. Por esto, las palabras de Pablo que siguieron les recuerda de la gran esperanza que tienen sobre sus hermanos que duermen en Cristo: “Así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él”.
El regreso con Cristo de los creyentes muertos es tan seguro como la muerte y la resurrección del Señor. Si estamos en lo cierto al creer esto, hemos de creer también lo otro. El mismo Dios que levantó a Jesús de los muertos levantará de los muertos a los que pertenecen a Jesús. Las palabras de Pablo entonces les recuerdan a ellos y a nosotros que la verdadera esperanza del creyente, aun para el que esta muerte, está basada en la persona y obra de Jesucristo. Jesucristo es el cumplimiento y fundamento de la obra redentora de Dios. Porque él vive, en su regreso traerá los durmieron en El. ¡Gloria a Dios!
Desafio y Aplicación
Te animo a recordar hoy, que la verdad y fundamento de tu esperanza es el hecho histórico que Jesús vino, murió y resucito. Sin importar cuan buenas oh malas parezcan tus circunstancias de hoy, esta verdad te da esperanza para anhelar el cumplimiento de la promesa del día que vendrá y te alienta para vida cada día para la gloria de Dios.