Devocional Familiar:
Leer Jueces 4, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Nehemías 4:18-21
18Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos, y así edificaban; y el que tocaba la trompeta estaba junto a mí. 19Y dije a los nobles, y a los oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos unos de otros. 20En el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros. 21Nosotros, pues, trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta que salían las estrellas.
Dios Peleara por Nosotros
Nehemías lideraba al pueblo hacia una colaboración unida que incluía tanto la construcción de la ciudad y sus muros, como la protección del pueblo que trabajaba. La obra era grande, por lo tanto, era necesario establecer un sistema no solo de protección sino de comunicación entre todos los que se encontraban laborando. Para comunicarse con el pueblo Nehemías uso el del sonido de la trompeta como señal al lugar donde tendrían que ir a pelear en el caso de un ataque. El sonido de trompeta, el cual provenía de un cuerno de carnero, aludiría a los obreros a recordar los tiempos antiguos cuando este era usado para convocar a los israelitas a la batalla. Pero, la esperanza de Nehemías y del pueblo no podía estar en su propia habilidad de pelear sino en la promesa de la palabra de Dios, apreciada en la historia del éxodo y la conquista de Canaán. Esta promesa de Dios la vemos en Éxodo14:13-14 donde leemos, “Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.”
El sonido de la trompeta del cuerno de carnero entonces evocaba recordar las historias del Dios guerrero que pelea por su pueblo, por eso Nehemías les dice claramente, “Dios peleara por nosotros”. En última instancia la confianza de Nehemías no descansaba en sus estrategias, sino en Dios, quien lo había prosperado hasta este momento en su misión de reconstruir la ciudad y los muros. Por eso, concluye reconociendo que el pueblo debía de seguir trabajando, preparados en todo momento para escuchar el sonido de la trompeta, sabiendo que, si llegase el momento de pelear, Dios pelearía por ellos.
Desafio y Aplicación
En el Salmo 24:8 el salmista dijo, “¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla.” En el día de hoy recordemos que Dios, el fuerte y valiente, el poderoso en batalla ha peleado y vencido por nosotros. Mediante el evangelio de Jesucristo conocemos el poder de Dios para salvarnos de todos nuestros enemigos, restaurarnos a una comunión verdadera con Él y a vivir conforme a una nueva esperanza. Por lo tanto, te animo hoy a intencionalmente vivir agradecido por la realidad que Dios pelea por ti, ora para que en tu diario vivir tengas fe y valentía para trabajar para la gloria de Dios, confiando solamente en El.