Sábado

Devocional Familiar: Leer 1 Crónicas 10, orar y cantar juntos

Devocional Personal: 1 Timoteo 2:15

EL MINISTERIO ORIGINAL DE LA MUJER

Hoy, estaremos viendo el versículo 15. Entonces, si la mujer, no puedo ejercer el rol de autoridad, una pregunta sincera, piadosa y sumisa al Señor seria, ¿entonces cuál es el llamado de Dios para mi vida como mujer, y cuál es el camino en el que Dios quiere que yo camine? Pablo, nos ayuda a obtener esta respuesta en el versículo que veremos hoy. El evangelio, renueva nuestro corazón y nuestra mente, y nos hace regresar al diseño original de Dios de la creación. Pablo, nos ha venido mostrando a través de los versículos anteriores, cual debe de ser la conducta de una mujer cristiana, dentro de la iglesia local, y el porque no puede ejercer una posición de autoridad dentro de la misma. Es importante entender, que Pablo, no está enseñando en este versículo, que las mujeres que tengan hijos, son las que serán salvas por Dios. Por la caída, la predicación del evangelio se hizo una necesidad, por lo que Pablo, nos dice que la predicación publica en la iglesia está reservado al hombre, como autoridad que Dios ha puesto sobre la mujer. Así que, Pablo, tenía en mente, que las mujeres en general comprendan su diseño original creado por Dios desde la creación (Gen. 21-22), para que lo abracen, lo amen y respondan al llamado que Dios les ha dado de procrear hijos. Pablo considera que tener hijos (1 Ti. 5:14) y criar hijos (1 Tim 5:10) es un papel importante. John McArthur dice en su comentario bíblico: “Debido a que las madres tienen un vínculo especial e íntimo con sus hijos…tienen mayor influencia en la vida de cada uno de ellos, así como la responsabilidad y la oportunidad única de criar hijos piadosos. Aunque una mujer introdujo a toda la raza humana en el pecado, las mujeres tienen el privilegio de enseñar a sus hijos del pecado para volverse a Dios y vivir en piedad y justicia”. El tener hijos es algo glorioso y que debe ser celebrado, especialmente en la época que vivimos, pero sobre todo permanecer en la fe. Lo que nos lleva a la parte final de este versículo: sí permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia. Pablo, desea que las mujeres cristianas, se enfoquen en su papel, que Dios les ha asignado y que les corresponde, aceptando su llamado con actitudes de fe, amor, y santificación y modestia. Pablo, desea que las mujeres comprendan, que no tienen que rechazar sus hogares y sus familias para tener valor delante de Dios o disfrutar de todos los beneficios de la redención; mas bien, es una motivación a que delante de Dios no somos inferiores, y Dios nos da la libertad de disfrutar de Él, al cumplir con el llamado de nuestro diseño en el hogar y en la procreación de hijos.

Desafio y Aplicación

Hoy, en día, es muy vergonzoso para algunas mujeres, admitir que su primera aspiración en la vida es ser una esposa y una madre piadosa. Tenemos que volver a la Palabra de Dios y darnos cuenta que el hogar es un llamado de alto honor, y una parte vital del llamado de una mujer. Hermanas, ¿deseamos realmente contribuir a la obra redentora de Dios? Nuestra primera responsabilidad, es desarrollar un carácter de una vida piadosa en “fe, amor y santificación, con modestia” que nos ayudara a traspasar la piedad a otros, pero primariamente a nuestros hijos. El ocuparse del hogar, y de los hijos no es un estorbo, no es un obstáculo, es un gran privilegio que Dios nos ha dado de levantar hijos piadosos, que honren su nombre. Hermano, te animo a valorar y a afirmar el llamado y la labor que Dios ha dado a tu esposa en el hogar. Jóvenes, honremos el llamado que Dios a dado a las mujeres de nuestra iglesia, ayudándoles y sirviéndoles con amor cuando sea necesario. Te invito, durante este día, a meditar en los versículos que estuvimos estudiando durante esta semana, y atesorar en tu corazón las riquezas detrás de estos versículos. 1 Ti. 2:9-15 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad. La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.