Devocional Familiar:
Leer 1 Crónicas 7, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Timoteo 2:11
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
APRENDIENDO DENTRO DE LA IGLESIA
Estamos estudiando el libro de 1 Timoteo, capitulo 2. Ayer vimos, como Pablo estaba preocupado por las mujeres de Éfeso, al ellas estar mas preocupadas por su apariencia física y llamado de atención hacia ellas, por lo que Pablo los anima a preocuparse por sus corazones y cultivar un corazón lleno de piedad y buenas obras.
Hoy estaremos viendo el versículo 11. Es importante recordar, que Pablo ha estado dando una serie de instrucciones a Timoteo, entre las cuales se encuentran instrucciones sobre el comportamiento de la mujer cristiana dentro de la iglesia. Cuando Pablo, habla acerca de estas instrucciones no esta poniendo a la mujer en un lugar de desigualdad espiritual, sino todo lo contrario, Pablo pone en gran estima a las mujeres, y desea que las mujeres conozcan a Dios, y amen y abracen su diseño. Pablo, sí esta haciendo una diferencia entre roles del hombre y la mujer dentro de la iglesia. Pablo, comienza este versículo con “La mujer aprenda”. En la época del primer siglo, a las mujeres, no se les permitía estudiar la ley judía o asistir a la escuela. Sin embargo, a pesar de esta norma cultural, Pablo les exhorta a los creyentes de Éfeso, diciéndoles que desea que las mujeres aprendan, y que sean instruidas en la fe. Pablo, incluso le recuerda a Timoteo, la actitud de su madre y abuela hacia la Escritura, y la capacidad que tenían de estudiarla, entenderla y aplicarla (2 Ti. 1:5-6, 3:14), y la excelente labor que ellas habían hecho con Timoteo. Observemos que el verbo “aprender” se encuentra en un imperativo presente (activo), lo que significa que es un mandato para que la mujer se encuentre constantemente aprendiendo. Pablo, luego entonces nos muestra cual debe de ser la manera en la que las mujeres deben aprender dentro de la iglesia. En primer lugar, Pablo dice que, la mujer debe de aprender en “silencio”. Esta palabra silencio, no es una prohibición que Pablo este haciendo a que la mujer, no puede, pronunciar palabras de conversación con los hermanos cuando la iglesia se reúne (1 Co. 11). Pero más bien, es un silencio especial, es un silencio que respeta la enseñanza autoritativa de los hombres ancianos y líderes de la iglesia (V12), teniendo un comportamiento tranquilo y un espíritu pacífico en lugar de argumentativo. En segundo lugar, Pablo dice que, la mujer aprenda con toda ‘sujeción”. La sujeción, no significa que se sea inferior, mas bien lo que Pablo está haciendo es una relación con Efesios 5, al que todos estamos bajo una autoridad: Efe 5: Que las esposas se sometan a sus maridos; los hijos a los padres; y los esclavos del hogar a sus amos. Así que, Pablo, se refiere a la sumisión a las autoridades de enseñanza en la iglesia: los
pastores. Pablo, está instruyendo a las mujeres para que no sean contradictorias y usurpen el papel de los ancianos, sino que se sometan a su autoridad. En este sentido, la obligación de la mujer cristiana no es diferente a la del hombre cristiano. Tanto hombres como mujeres están llamados a someterse a las autoridades que Dios ha puesto en la iglesia. Someterse a la autoridad de los pastores, no es exclusivo de las mujeres (He. 13).
Desafio y Aplicación
Hermanas, somos tan bendecidas de tener en nuestra iglesia “un pastor y líderes” que aman la palabra de Dios, la enseñan con precisión, y que se preocupan por la instrucción nuestra dentro de la iglesia. Hebreos 13: 17 nos dice: “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”. Hermanas, sujetémonos a nuestros pastores, con alegría, no quejándonos, si no, teniendo un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios (1 Pe. 3:4). Nosotras también, tenemos la responsabilidad de estudiar la Palabra de Dios hasta donde Él nos ha capacitado, y tener solidez doctrinal, 2 Ti. 2:15 nos exhorta: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Es la Palabra de Dios, la única que nos proveerá todas las herramientas que necesitamos, en nuestro caminar como hijas de Él. Hermanos, el que nuestras hermanas sean instruidas en la Palabra de Dios, no es una perdida de tiempo, si no una bendición y una responsabilidad. Los animo a seguir liderando sus hogares a través, de los devocionales familiares, animando a su esposa a “aprender” y a “manejar bien la palabra”.