Devocional Familiar:
Leer 1 Crónicas 9, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Timoteo 2: 13-14
Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.
SOMETIÉNDONOS GOZAMENTE AL ORDEN CREADO POR DIOS
Ayer, vimos el versículo 12, de 1 Timoteo capítulo 2, donde Pablo dejo muy claro a Timoteo, que la mujer no puede enseñar públicamente en la asamblea reunida, ni ejercer dominio, lo cual significa, que no puede tomar una posición de pastorado.
Hoy, estaremos viendo el versículo 13, donde Pablo, nos da la respuesta al versículo 12, y las razones del porque la mujer no puede ejercer dominio como pastor dentro de la iglesia. Pablo, comienza dándonos la primera razón y nos dice: “Porque Adán fue formado primero” Pablo, recurre al orden de la creación instituido por Dios en Gen. 2, como leemos en el versículo 7: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Pablo continúa diciendo: “después Eva”, Gen. 2:22 nos dice: Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del
hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Pablo, recurre al orden creado por Dios, como prueba de que, desde el principio, Dios diseño el liderazgo del primer matrimonio a Adán, para que guiara en amor a Eva, y que ella se sometiera a la autoridad de su esposo, lo cual es una ilustración de la iglesia en relación a Cristo, nuestro esposo, y la iglesia, su novia. En la iglesia esta relación se ilustra por medio de la sumisión de las mujeres a los hombres que Dios ha designado como pastores. Por lo cual, Pablo está enseñando que la razón de la prohibición a las mujeres, para ejercer autoridad pastoral en la iglesia, tiene que ver con el orden de la creación, porque Adán fue formado primero, Dios le dio al hombre la autoridad original en la tierra.
La segunda razón, que Pablo nos da, nos lo dice en el versículo 14: Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pablo, recurre a Genesis nuevamente, esta vez al relato de la caída, en Gen 3:1-6: Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella. Tanto Adán, como Eva pecaron, sin embargo, la mujer fue, la que fue engañada, y causo la caída, por ocupar un lugar que no les correspondía, lo cual era, lo que estaba sucediendo con las mujeres de la iglesia de Éfeso, que estaban siendo engañadas, por los falsos maestros. Así que, como consecuencia, esto hace a la mujer más vulnerable en cuanto a una posición de autoridad, lo cual nos confirma la importancia de permanecer bajo la protección de un liderazgo. Debido a que, este orden, es parte de la creación original de Dios y Dios lo considera "bueno", Pablo nos muestra que estas son las razones, por lo que se le prohíbe a la mujer enseñar, y ejercer autoridad dentro de la iglesia.
Desafio y Aplicación
Hermanas, el rol del hombre y la mujer no es resultado de la caída, sino es parte del plan original de Dios al crear al hombre y a la mujer. Lo que es parte de la caída, es la rebeldía en nuestros corazones al no querer someternos. Una mujer se somete por la gracia de Dios, gozosamente a la autoridad que Dios ha puesto en su vida, cultivando este fruto que viene únicamente porque el Espíritu Santo lo concede a las mujeres. ¿Hermana, luchas por crecer en este fruto del Espíritu Santo cada día? Hermano, es tu liderazgo hacia tu esposa, uno que muestra el amor de Dios por su iglesia, ¿y que ayuda a tu esposa a responder gozosamente al sometimiento a Cristo y a su iglesia? Oremos al Señor, para que Él nos ayude a crecer y a cultivar este fruto del Espíritu. Recordemos la relación entre el Dios Padre y el Dios Hijo, son totalmente iguales en su ser, pero tienen diferentes roles cuando se trata de autoridad. Medita durante este día en Efesios 5.