Devocional Familiar:
Leer Números 17, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Tesalonicenses 3:12-13
12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, 13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
La esencia de la comunión cristiana
En el versículo 12, vemos que la esencia de la comunión cristiana que Pablo está pidiendo es el amor fraternal. La esencia es que Dios nos hace crecer en el amor unos para con otros y para con todos. Dios es amor, y nosotros como hijos de Dios redimidos por Cristo somos una comunidad que debe reflejar el amor de Dios. Eso es exactamente lo que Jesús y sus discípulos enfatizaron constantemente en sus ministerios. Consideremos algunos versículos de Cristo y de sus discípulos
Juan 13:34-25: 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
1 Juan 3:11: 11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.
1 Juan 3:18: 18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
1 Juan 4:12:
12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
1 Pedro 3:8-9:
Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; 9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
Además de amarnos unos a otros porque Cristo nos lo ha pedido, hay una razón más fundamental. Dios, habiendo existido eternamente como Padre, Hijo y Espíritu Santo, es un Dios de amor. Dado que Dios no cambia, Dios era amor aún antes de crearnos. Sin embargo, sabemos que el amor requiere que haya un objeto fuera de sí mismo. Por lo tanto, podemos decir que Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu existían en una harmonía perfecta de amor mutuo.
Desafio y Aplicación
Piensa en un hermano, hermana o familia de la iglesia que necesita tu amor el día de hoy. Te desafío a buscar una forma creativa de expresarle tu amor fraternal.