Devocional Familiar:
Leer Salmo 24:1-10, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Salmo 22:23-24
“Los que teméis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob, Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel. Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido. Ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó a él, le oyó.”
La atención de Dios para con el afligido
De vez en cuando todos lo experimentamos. Pasamos por algún problema personal y sentimos que a nadie le importa. Sentimos que no nos escuchan, que Dios ve nuestra aflicción con indiferencia, pero estamos equivocados. Dios esta al pendiente del afligido. Como un pastor que vive entre sus ovejas, Dios no se cansa de observarlas, cuidarlas y sanarlas. “Sus misericordias son nuevas cada mañana. Grande es su fidelidad” (Lam 3:23). Nuestro Dios es aquel que es llamado “Padre de los huérfanos y defensor de las viudas (Sal 68:5). Nuestro Dios “muestra su amor al extranjero dándole pan y vestido” (Deut 10:18). “Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para con todos los que te invocan” (Sal 68:5). Estos versículos elevan los ojos del cristiano para contemplar la gloria de Dios en su misericordia. Muchos hombres esconden sus rostros de la aflicción del prójimo, pero Dios no es como los hombres. Cuando el afligido clama, Dios escucha, porque Dios no desprecia “al corazón contrito y humillado” (Sal 51:17). La Biblia nos llama a ser imitadores de Dios como Buenos hijos.
Desafio y Aplicación
¿Como estamos reaccionando ante las aflicciones de nuestro prójimo? ¿Les damos importancia? ¿Les prestamos atención? ¿Les damos prioridad? Te desafío a buscar formas de ayudar a tu prójimo el día de hoy. Refleja el carácter de Dios. Se misericordioso y paciente. Presta atención a la aflicción del prójimo a tu alrededor y cuéntales a todos del gran Dios que es rico en misericordia.