Devocional Familiar:
Leer 1 Crónicas 4, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Timoteo 2:8
“8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.”
Orar sin ira ni contienda
En el día de hoy estamos terminando nuestra semana de meditación en la primera carta a Timoteo capítulo 2. Hoy estaremos meditando en el versículo 8 donde Pablo da instrucciones a la iglesia acerca de la oración hacia Dios diciendo, que todos los hombres, oren en todo lugar, refiriéndose a las iglesias ya establecidas. También indica cómo debe ser la oración, Levantando manos santas. Con esto no se refiere solo a la postura de nuestras manos al orar, sino que hay un requisito previo a la oración, es que nuestras manos no estén manchadas por la maldad. Cuando dice santas significa no contaminadas, pues esto representan una vida santa. Los cristianos debemos vivir una vida de acuerdo con la voluntad de Dios, conforme a la palabra de Dios. Solo esto resulta en una vida justa, el fruto de la salvación de Cristo que es la base de la oración eficaz. Para que Dios escuche nuestras oraciones, necesitamos levantar vidas santas a Él, “nuestras manos”, en adoración y agradecimiento por todo ante nuestro soberano Dios. El Salmo 28:2 dice, “Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.”
Hermanos, vemos la importancia que hay en que nos esforcemos en vivir una vida según la voluntad de Dios, viviendo en toda justicia, y piedad con nuestro prójimo. Pablo también indica que la oración debe ser sin ira, ni contienda. El enojo nos lleva a cometer injusticia y causa contienda. En Santiago 1:20 somos advertidos cuando dice: “Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.” Es necesario sacar la ira pecaminosa del corazón, pidiendo perdón y misericordia. Solo así podremos vivir evitando la contienda con nuestro prójimo, pues todas estas cosas, la ira y la contienda, tienen que ver con la actitud interior del creyente. La expresión externa de ira y contienda revela la condición interna de falta de arrepentimiento y falta de madurez cristiana. Necesitamos la ayuda de Dios para ser libres de la ira y contienda. En Colosenses 3:8 leemos, “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.” También en Colosenses dice, “Soportándonos unos a otros, perdonándonos unos a otros; De manera que Cristo os perdonó, así también ustedes perdonen.”
Desafio y Aplicación
Al concluir esta semana te animo a seguir perseverando en vivir una vida, de acuerdo a la voluntad de Dios, conforme a Su palabra. El llamado es vivir en Cristo, siguiendo su ejemplo y siendo formado a su imagen por medio de la obra del Espíritu Santo mientras caminas conforme a la palabra de Dios. Ora en este arrepintiéndote si existe en ti ira o contienda, reconociendo que Cristo es nuestro mediador ante Dios el Padre, y que por medio de Él hemos sido salvados y reconciliados en paz.