Devocional Familiar:
Leer Números 3, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Tesalonicenses 2:7-9
“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos. Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.”
Amor de Nuestro Padre
Pablo tenia la autoridad que Jesús le habia dando al ser encomendado a llevara el evangelio a los gentiles. La iglesia en Tesalonica era resultado de esta encomineda. Pablo amo a esta iglesia en lugar de tomar ventaja de su posicion y aprovecharse de su autoridad. El los trató con mucho amor, paciencia y delicadeza. Les ilustró en estos versículos que su amor era como de un padre que da la vida por sus hijos, siempre deseando lo mejor por ellos. También les recordó que mientras estuvo viviendo entre ellos trabajó sin descansar para no ser una carga y poder proclamarles el evangelio de Cristo abiertamente.
Amar como Cristo nos amó es algo que debemos practicar a diario sin descansar, así como Pablo trabajaba para llevar el evangelio. El amor que Jesús tiene por nosotros es puro y sincero. No hay palabras para describir ese amor. Él sabía que estábamos condenados a una sentencia que no podíamos cumplir. El sabía que por nuestras propias fuerzas jamás íbamos a lograr restablecer la relación con Dios que quebrantamos al principio. Pero por su Gracias y amor, Dios hizo hombre, caminó entre nosotros pagando el precio de nuestra desobediencia y muriendo en la cruz por nosotros.
Este amor se asemeja al amor que tiene un padre terrenal tiene por sus hijo. El tipo de padre que hace lo imposible para darles una mejor vida a sus hijos. Un padre que Los cuida, los educa, les inculta valores, los anima, llora con éllos y los ama con todas sus fuerzas. Sin embargo todo padre terrenal es imperfecto. Ellos son pecadores y tiene defectos. Entonces, si un padre terrenal es capaz de dar el todo por sus hijos cuanto mas tu Padre Celestial siendo perfecto puede hacer por ti.
Desafio y Aplicación
Meditemos en como Jesús ilustró el amor de Dios hacia nosotros: “¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!” (Mateo 7:9-11)