Devocional Familiar:
Leer Números 1, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Tesalonicenses 2:1-4
“Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no resultó vana; pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición. Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño, sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.”
Agradar a Dios
Pablo en estos versículos le está recordando a los tesalonicenses que cuando él los visitó, no fue una pérdida de tiempo. Pablo estaba seguro que Dios iba obrar, aun cuando fue insultado y maltratado en Filipos antes de llegar a tesalónica. Pablo sabía que contaba con el apoyo de Dios quien le daba las fuerzas y valor de llevarles un evangelio puro y verdadero. Por eso él siempre se mantenía enfocado en agradar a Dios y no a la gente.
Esto me recuerda a un refrán que siempre escuche en mi juventud, “no siempre serás un billete de $100 para agradarle a todo el mundo”. De hecho es imposible lograr agradar a todo el mundo. Siempre va a existir un disgusto o un desacuerdo. ¿Pero sabes lo que sí es posible y de gran bendición? Tratar de agradar a Dios en todo lo que hacemos. Sin embargo, No vamos a poder lograr esto por méritos plenamente humanos, se requiere una vida en oración y meditación en la Palabra. Siempre firmes en el evangelio y en la verdad. Solo así podemos agradar a Dios. Este fue el ejemplo que nos dio el Apóstol Pablo en su misterio a los gentiles. Aún cuando fue insultado y maltratado, él se mantuvo firme en el evangelio de Cristo.
Muchas veces este camino resulta difícil. Nos tropezamos con opiniones y creencias diferentes. Lastimosamente, en nuestra naturaleza humana tendemos a ceder e intentar agradar más a la gente que a nuestro Dios para evitar sufrir una humillación. Facilmente olvidamos que Jesus experimento la humillacion que nosotros mereciamos. Esto, con el fin de redimir nuestros pecados proveer reconciliacion con el Padre . Así que seamos fuertes y firmes aún en medio de maltratos. Alegrándonos que estamos siendo participes en el sufrimiento de Jesus y sus apostoles por el avance del evangelio. Seamos firmes y constantes en compartir el evangelio aún en las adversidades y vivimos nuestra vida para su gloria y no para la nuestra.
Desafio y Aplicación
Te pregunto, cuando tú compartes la Palabra, ¿tratas de adornarla para que se vea más bonita? ¿Tratas de hacerla más dulce para que sea más fácil de digerir? ¿Tratas de modernizarla para que otros no piensen que eres anticuado? Si tu respuesta es sí a alguna de estas, tu enfoque es agradarle a la gente y no a tu Dios. La Palabra de Dios es perfecta tal como fue escrita por Él. Así debemos compartirla, siendo fiel a ella y a Su verdad.