Devocional Familiar:
Leer 1 Reyes 14, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Hebreos 11:31
31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
La fe de una exprostituta, parte 1
Cuando meditamos en la vida de Rahab, no podemos olvidarnos de su fe, ya que el autor de Hebreos enfatizó que es un gran ejemplo de qué significa andar por fe. ¿Cuál era el contenido de su fe?
Sabemos al menos algo de lo que ella creía, según lo que ella les dijo a los espías en Josué 2:9-10:
9 Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. 10 Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.
Podemos categorizar la fe de Rahab de dos maneras. Primero, Rahab tenía fe en la gracia futura de Dios. Rahab creía la promesa de Dios de que el pueblo de Dios iba a heredar la tierra prometida. Sin embargo, Rahab también tenía fe en la gracia pasada de Dios en su acto de rescatar a su pueblo de la tierra de Egipto. Rahab había escuchado de cómo Dios había secado al Mar Rojo y cómo Dios había derrotado a los enemigos de su pueblo en Egipto.
Para los que estamos en Cristo ahora, nuestra fe tiene muchas cosas en común con la fe de Rahab. Ella creyó en la realidad de la gracia futura. Rahab creyó que el pueblo de Dios iba a heredar la tierra que fluía leche y miel. De igual manera, nosotros creemos que vamos a heredar la tierra. Nosotros creemos que Dios nos va a resucitar de la muerte para darnos una tierra renovada cuando Cristo vuelva. Por otra parte Rahab creyó en la gracia pasada de Dios en su acto de redención de Egipto. Nosotros igualmente creemos en la gracia pasada de Dios en su acto de redimirnos de la esclavitud espiritual al mandar a Cristo a morir y resucitar en nuestro favor. Vivimos en la misma realidad en la que vivía Rahab, la única diferencia es que ahora tenemos más revelación y más conocimiento del plan eterno de Dios.
Desafio y Aplicación
Te desafío a meditar en la gracia pasada de Dios y recordar cómo su gracia pasada es una garantía de su gracia futura. Memoriza Romanos 8:32 y medita en cómo la muerte de Cristo es una garantía del cumplimiento de las promesas de Dios en el futuro:
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?