Devocional Familiar:
Leer 1 Reyes 13, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Josué 2:1
Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.
Gracia sublime para una exprostituta
Cuando el pueblo de Dios comienza a conquistar la tierra prometida, probablemente no estaban pensando en que Dios iba a salvar a una ramera en Jericó. Jericó era una ciudad hostil y rebelde en contra del pueblo de Dios. Seguramente nadie se imaginaba que Dios quería rescatar a una ramera de ese pueblo para unirla a su pueblo y darle un papel importante en la genealogía del Mesías. Sin embargo, Dios sí había predestinado que Rahab se uniera a su pueblo desde antes de la fundación del mundo. Dios había prometido que su pueblo iba a heredar la tierra y que iban a derrotar a sus enemigos, y Dios sin duda orquestó que Rahab participara en esta promesa al recibir a los espías.
¿Te consideras una persona indigna de la salvación? ¿Te consideras una persona insignificante?
Igual que Rahab, hay muchas personas en nuestra sociedad que han pecado sexualmente. Algunas personas han abusado de la pornografía. Algunas personas han sido adictas al sexo. Algunas personas han sido prostitutas. No existe ninguna persona que jamás haya lidiado con el pecado de la lujuria en una medida o otra. Sin embargo, igual que para Rahab, hay esperanza para cada uno de nosotros que hemos pecado sexualmente.
Recuerda que igual que a Rahab, Dios no te eligió por tus méritos o por tu belleza, o por tu bondad. Dios te eligió a pesar de tu vileza y a pesar de tu suciedad y a pesar de tu inmoralidad. Según 1 Corintios 1:28-29, “lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es a fin de que nadie se jacte en su presencia.” En vez de jactarnos en la presencia de Dios, la gracia soberana de Dios produce el efecto de humillar al pecador y exaltar al salvador.
El autor del himno “Gracia Sublime,” John Newton, cuando tenía 82 años, demostró lo que hace la gracia soberana de Dios en la vida de un pecador, cuando dijo lo siguiente: “Ya casi se va mi memoria, pero me acuerdo de dos cosas: que soy un gran pecador y que Cristo es un gran salvador.”
Desafio y Aplicación
Recuerda que igual que Rahab e igual que John Newton, tú eres un gran pecador. Sin embargo, recuerda que Cristo es un gran salvador. Alaba a Cristo hoy por su gracia soberana que te ha alcanzado.