Devocional Familiar:
Leer Josué 3, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Nehemías 1:7
“7En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo.”
Mi pecado y el Evangelio
Como vimos ayer, Nehemías inicia su oración reconociendo quién es Dios, y acercándose en arrepentimiento y humildad. Este arrepentimiento se explica más en el versículo 7. Nehemías sabía las palabras descritas en Éxodo, Levítico, Números y sobretodo la forma en que Deuteronomio resume la importancia de amar a Dios por sobre todas las cosas y obedecerle. En Deuteronomio 29 se explica que la importancia del pacto (v.14) no solamente alcanza a las personas que lo escuchaban sino a los que vendrían después de ellos. Moisés había explicado que el pueblo sabía cómo Dios los saco de la esclavitud de Egipto y cómo los había guardado de las naciones con las que se enfrentaron. El énfasis que hizo Moisés en Deuteronomio 29:17-19 recae en el juicio que el pueblo enfrentaría si se dedicaban a la creación y adoración a ídolos; a mantener un corazón apartado de Dios buscando a otros dioses; y a cultivar la dureza del corazón y autoconfianza. Este juicio sería la ira de Dios y la maldición que caería sobre quienes tengan ese estilo de vida.
La historia del pueblo de Israel está llena de idolatría, un corazón apartado de Dios, dureza en el corazón del pueblo y desobediencia. Lo lamentable es que su historia no es diferente a la nuestra. Nuestro corazón no es menos malo que el de ellos, entonces estamos bajo la misma condenación. No existe ni una sola persona justa menciona Romanos 3:10-18. Entonces, ¿tenemos alguna esperanza de no recibir la ira de Dios?, lo cierto es que Dios es justo y debía consumar o pagar el precio de su santidad; pero al mismo tiempo, Dios es bueno y misericordioso. Dios no derramó toda su ira sobre la humanidad, pero lo hizo sobre Jesús. Nuestra esperanza está en que, aunque siendo pecadores Cristo murió por nosotros y así Dios muestra su amor (Ro.5:8).
Desafio y Aplicación
Te animo a analizar tu vida por un momento, piensa tu propio pecado y cuán deseable es el evangelio de Cristo, Él está dispuesto a darnos un corazón capaz de amarlo y obedecerle. Cristo quiere darnos una nueva vida en Él. Necesitamos a Cristo y su Espíritu para regresar al diseño original en que fuimos creados. Después de evaluar tu vida, te invito a orar por una o dos personas que tú sabes que necesitan que Dios les revele su evangelio. Finalmente, escribe a estas personas, pregúntales de qué forma especifica puedes orar por ellos y cómo puedes apoyar en alguna necesidad que tengan. Inicia con pequeños pasos, pero se constante. Recuerda que la salvación solo depende del Señor, pero nosotros somos los embajadores del reino, encargados de llevar esas buenas noticias.