Devocional Familiar:
Leer Ester 7, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Apocalipsis 2:4-5 LBLA
“Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz las obras que hiciste al principio; si no, vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, si no te arrepientes.”
La obediencia sin amor
Nuestro Señor Jesucristo en los versículos anteriores nos habla acerca de las cosas buenas que la iglesia de Éfeso estaba haciendo y ahora en los versículos de hoy, viene con una fuerte exhortación a su iglesia, en este caso la iglesia local de Éfeso. “Pero tengo algo contra ti que has dejado tu primer amor”, esta es una fuerte amonestación contra esta iglesia local, en los versículos anteriores vemos que la iglesia de Éfeso era una iglesia que tenía discernimiento por que sabía identificar a los falsos maestros y rechazarlos, vemos que era una iglesia celosa de buenas obras y aborrecía a los que practicaban obras contrarias a la Palabra de Dios, mostraban obediencia hacia el Señor Jesucristo pero al parecer estaban perdiendo su amor por Jesucristo, estaban dejando de realizar las obras que hacían al comienzo, obras que se caracterizaba por el amor a Cristo y es por esto que el Señor la llama al arrepentimiento, a que recuerde sus buenas obras que había realizado en el comienzo y a que volviera a ellas. El problema es que aunque a veces realicemos obras podemos hacerlo con una motivación incorrecta o simplemente con el pensamiento de cumplir con una serie de mandatos, más no con un corazón contrito y humillado que busque agradar a Dios, el Señor quiere corazones llenos de amor que le obedezcan a Él, no quiere sólo una obediencia programada, que lo hace por cumplir, sino una obediencia que nace de un corazón agradecido con su Salvador, que ama a su Señor. Lo que nos debe conducir a obedecer a Jesucristo es un corazón lleno de amor por Él, al final de la carta enviada a Corintios dice: “Este saludo es de mi puño y letra—Pablo. Si alguno no ama al Señor, que sea anatema. ¡Maranata!” (1 Corintios 16:21-22 LBLA).
Son fuertes amonestaciones y declaraciones contra la iglesia de Jesucristo quien no ama a Jesucristo sea anatema dice Pablo que significa maldito. Es por eso que Jesucristo luego de la fuerte advertencia les dice arrepiéntanse, Cristo llama a su iglesia al arrepentimiento y a volver a tener ese primer amor que nos guía a obedecer pero con las intenciones correctas: el amor por nuestro Señor Jesucristo.
Cuando Jesucristo dice “si no te arrepientes vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar”, cuando se menciona la palabra candelabro, se está refiriendo a la iglesia. Pues recordamos el versículo que dice: “En cuanto al misterio de las siete estrellas que viste en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete iglesias.” (Apocalipsis 1:20 LBLA).
Desafio y Aplicación
La advertencia es que el Señor quiere iglesias llenas de amor por Él, si no el mismo se encargará de quitar estas iglesias o de traer nuevos líderes y miembros que amen a
Jesucristo a estas iglesias. Así que debemos examinar nuestro corazón y preguntarnos si estamos obedeciendo a Dios por amor a su nombre, o simplemente nos encontramos a nosotros mismos tratando de llenar ciertos requisitos y mandatos por costumbre simplemente. Revisemos nuestras motivaciones e intenciones en nuestras obras y así mismo las de nuestras iglesias.