Devocional Familiar:
Leer 2 Corintios 4:1-18, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Lucas 1:28-29
"Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.”
Un Saludo Sorprendente
Las primeras palabras que el ángel Gabriel hablo a María fueron: “¡Salve, muy favorecida!” Otra forma de traducir el griego seria: “¡Saludos, “tú que has recibido el favor de Dios! Dios esta contigo” (NVI). Ante este saludo, le sorprendió grandemente y estaba confundida. Dice la biblia: “se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.” ¿Qué será lo que le sorprendía tanto sobre este saludo? No dice que se sorprendió porque era un ángel, dice que lo que estaba pensando era “¿Qué saludo seria este?” ¿Por que le extraña tanto este saludo?
Dos aspectos pueden hacer a María reflexionar: Primero, porque el saludo se dice como si se dirigiera a alguien importante como un gobernante o una persona significativa en la sociedad. Pero te sorprendería saber que María solo tenia alrededor de 14 años cuando quedo embarazada por el Espíritu Santo. Ella se habrá preguntado: “Por que me saluda de tal forma tan elevada cuando yo soy una jovencita, sin estatus social y sin riquezas.” En segundo lugar, el saludo dice que Dios esta con ella y que le había favorecido o bendecido de una manera muy especial.” ¿Qué significaría esto? María se quedo meditando en que es lo que Dios haría con ella. ¿A que bendición tan grande se refería?
Ponte en los zapatos de ella. ¿Qué pensarías si un arcángel se te apareciera y te saludara como si fueras un rey, una persona importante, y te dijera que eres muy afortunado porque Dios te ha bendecido de manera especial? Quizás pensarías que el ángel se ha equivocado de persona. Pero el angel no estaba equivocado. Lo que vemos aquí es la naturaleza de eso que la Biblia llama “la gracia de Dios.” Dios ama favorecer al pobre, al menospreciado y al aflijido. Dios bendice a aquellos que no se lo merecen. A aquellos que no esperan exigiendo algo de el como si tuvieran el derecho de recibirlo. Dios ama mostrar su gracia al humilde. De eso precisamente se trata la alabanza de María que mas tarde en el capitulo recita.
Desafio y Aplicación
Te desafío a buscar la humildad. Busca el éxito y la promoción de otros en lugar de ti mismo. Acércate a Dios en oración con humildad reconociendo que no puedes hacer nada sin su gracia. Y se agradecido.