Devocional Familiar:
Leer Job 42, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Génesis 2:1-3
“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. 3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”.
Dios reposó
Amados hermanos hemos llegado al final de la semana, hemos recorrido juntos el primer capítulo de Génesis, y nos hemos encontrado con joyas preciosas de la sabiduría de Dios, así como sabemos que toda la Escritura está llena de ellas. En el día de hoy estaremos comenzando con los primeros versículos del capítulo dos del libro de Génesis, y veremos el relato del último día de la creación, que aunque último no menos importante que los anteriores.
En el último día de la creación, la Escritura nos narra que la obra creadora de Dios fue finalizada, pero no se queda allí, sino que a continuación nos dice algo muy importante, nos dice que Dios “reposó el día séptimo de toda la obra que hizo”. El reposo es un aspecto importante de la vida que muchos solemos desmeritar y despreciar, pero nos olvidamos que incluso Dios tuvo tiempo para reposar de su obra. Y debemos de tener en cuenta de que Dios no reposo porque estuviera cansado de todo el trabajo que había hecho sino que el Señor estaba estableciendo y declarando un precepto indispensable para la humanidad, el reposo, el descanso. Dios no necesitaba descansar, pero nosotros sin duda alguna necesitamos descansar, se encuentra en nuestra naturaleza.
En ocasiones nos encontramos en medio de una corriente de afán, ansiedad, activismo que nos lleva sin freno alguno en nuestro día a día, muchas veces nos dejamos influenciar demasiado por la cultura activista, y excesiva de nuestra sociedad actual en la que vivimos y nos movemos. Y si bien como creyentes debemos de tener claro que no podemos ser perezosos, negligentes o irresponsables, también debemos de tener en claro que tampoco estamos llamados a vivir en el afán y la ansiedad de un mundo que no para de correr. Incluso Jesús les dijo a sus discípulos: “31 Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer” (Marcos 6:31), como dice Eclesiastes 3, hay un tiempo para todo, y estamos llamados a ser buenos administradores del tiempo que Dios nos ha dado, de manera que podamos encontrar un tiempo para el descanso y reposo también.
Desafio y Aplicación
Amado hermano, no dejemos que nuestro corazón nos engañe pensando que entre más hagamos mejor seremos vistos ante los ojos de Dios y de los demás, no importa si te encuentras dedicando demasiado tiempo a tu trabajo, tu estudio, o lo que consideramos la obra de Dios, debemos de aprender a tomarnos un tiempo de descanso, de reposo, aprender a descansar en Dios, pues muchas veces vivimos tan afanados, buscando que hacer, porque pensamos que si no somos nosotros los que hacemos entonces aquello no se realizará o al menos no de la mejor manera, y la verdad es que nosotros no somos los que mantenemos todo “a flote”, nosotros no somos los que conservamos el trabajo, estudio, o la obra de Dios, sino que en realidad es Dios quien tiene el control de absolutamente todo. Así que, el día de hoy te animo, que te examines a ti mismo y pienses si hay áreas de tu vida en las que piensas que eres tú mismo, él que las mantiene a flote, él que las sostiene y no Dios. Asegurémonos de tener también un tiempo de descanso, con Dios, con nuestros hermanos, con nuestra familia, pues es Dios quien sostiene todo en su mano.