Devocional Familiar:
Leer Job 40, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Génesis 1:27 - 30
“27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así”.
Varón y hembra los creó
En el día de hoy continuaremos con el primer capítulo de Génesis, en los día anteriores estuvimos viendo sobre Dios como nuestro creador, y cómo esto impacta sobre la vida del creyente, así mismo observamos la creación desde el punto de vista de que fue lo que Dios creó, y cómo esto impacta, no solamente en la vida del creyente sino que también impacta en la de toda la humanidad, sin importar si son creyentes o no, así mismo vimos como el génesis, respalda la doctrina de la creación, y nos muestra cómo fuimos creados a imagen de Dios, y que son los atributos comunicables e incomunicables. Todo esto tan solo yendo por grandes rasgos del Génesis, lo cual es interesante, porque muchas veces cuando pensamos en el Génesis, pensamos simplemente en la narración de la creación, e historia de humanidad, pero podemos darnos cuenta de que el Génesis es un libro cargado de inmensa sabiduría de Dios, conocimiento de Dios y por ende de quienes somos, y por qué estamos en este mundo.
En el versículo del día de hoy vemos cómo el Señor creó al hombre y la mujer, e inmediatamente los bendijo y les dijo: “...Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread…”, en todo esto encontramos dos aspectos muy importantes. El primero es que hay una connotación importante en la creación del hombre pues como hemos visto en todo el relato, el hombre es la única parte de la creación que Dios hace a su imagen y semejanza, así como es el único que Dios bendice, y el segundo es que Dios le encarga directamente al hombre una responsabilidad, lo cual también es único dentro de la creación. Sin duda alguna, podemos ver en el relato de la creación que Dios le ha dado un rol importante y sobresaliente al hombre, le ha encargado cuidar, administrar, llenar, sojuzgar toda la tierra, es decir, que tenemos la responsabilidad de cuidar por la humanidad. Malaquías 2:10 nos dice: “10¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué nos portamos deslealmente unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres?” (NBLA), todos somos creación de Dios, así que todos somos responsables por nuestros hermanos, primeramente en Cristo, pero también somos en cierta manera responsables por todos los seres humanos, pues somos todos creación de Dios, es por esto que todos somos iguales en valor y dignidad ante los ojos de Dios, es por esto, que para un cristiano, hijo de Dios no tiene cabida en su corazón, la discriminación o el menos precio por el projimo, o las diferencias por raza, sexo, o porque si es muy alto, bajo o por su peso, pues todos somos iguales ante los ojos de Dios, desde el punto de vista de que todos somos creación. Por supuesto, y cabe aclarar, que esto no significa que debemos estar de acuerdo
con el pecado del prójimo, porque eso no es amar al prójimo. No debemos de confundir el amor y respeto al prójimo, con la aceptación de su pecado, pues por el contrario estamos llamados a confrontar al perdido con su pecado, predicando el evangelio y a Cristo, por amor a Dios y él mismo.
Desafio y Aplicación
Amado hermano, no dejemos que la influencia del mundo, y/o de nuestro malo corazón nos lleve en algún momento de nuestras vidas a despreciar a alguien por su condición, apariencia o procedencia, sino que por el contrario recordemos que todos somos creación de un mismo Dios, y que estamos llamados a amar a nuestro hermano, así mismo como a nuestro prójimo quien necesita reconocer el pecado que lo esclaviza y conocer del mensaje de salvación.