Devocional Familiar:
Leer Éxodo 25, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Galatas 4:19-20)
“Hijitos míos, por quienes
vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en
vosotros, quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono,
pues estoy perplejo en cuanto a vosotros.”
La madurez espiritual
Jesus le encomendó a Pablo a velar por estos creyentes y por
eso el apóstol les dice con cariño hijitos míos. Por esta razón el describe
su angustia como dolores de parto, al ver que la iglesia que él planto en
Gálatas se está desviando del evangelio. Pero a la misma vez, aunque
Pablo está sorprendido de como ellos están actuando, también está
confiado que su relación con Jesus ira madurando.
Jesus le dijo a Nicodemo “De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” (Juan 3:3) Salimos del
vientre de nuestras madre como infantes y nos toma años para madurar
en criaturas independientes. Así mismo nos pasa cuando nacemos de
nuevo en Cristo y nos toma tiempo madurar espiritualmente. Por eso
Pablo trata a la iglesia de galacias como un padre que reprende a sus
hijos con el fin de educarlos para que maduren bien y para que crezcan
firme en el evangelio.
Esto es un proceso largo, pero con grandes recompensas. Por eso
Dios creó la iglesia con diversos miembros de todas las edades, para
que juntos podamos ir creciendo. Gloria a Dios por nuestras familia en
Cristo y por tener ese apoyo en nuestra crianza espiritual. Como todo
bebe que necesita su sustento para su desarrollo, los creyentes nacidos
de nuevo necesitamos nuestro sustento, que es la Palabra. Solo así
podemos alcanzar la madurez espiritual.
Desafio y Aplicación
Meditemos en estos versículos que hablan sobre
la madurez espiritual.
“Hermanos, no sean niños en su modo de pensar. Sean niños en cuanto
a la malicia, pero adultos en su modo de pensar.” (1 Corintios 14:20)
“Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí
para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de
quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la verdad con
amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es
decir, Cristo.” (Efesios 4:14-15)
“Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía,
envidias y toda calumnia, deseen con ansias la leche pura de la palabra,
como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su
salvación, ahora que han probado lo bueno que es el Señor.” (1 Pedro
2:1-3)