Devocional Familiar:
Leer Éxodo 21, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Galatas 4:15
“¿Dónde, pues, está esa
satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que
si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para
dármelos.”
El primer amor
Pablo le pregunta a los de Galacia ¿Qué ha pasado con ustedes?
¿Que pasó con ese gran amor que le tenían al evangelio de Cristo?
Pablo les ilustra que su amor era tan intenso en aquellos días, que eran
capaces de arrancarse sus ojos de ser necesario, todo para la Gloria de
Dios. Pero que ahora estaban desenfocados en falsos evangelios que se
estaban infiltrando en la iglesia de Gálatas. Pablo les animaba a recordar
su primer amor.
Todos hemos escuchado la frase “el primer amor”. Cuando somos
rescatados por nuestra fe, es una experiencia sumamente hermosa.
Estando muertos espiritualmente, de repente somos inyectados con
vida eterna. Es algo sobre natural que no se puede explicar al cien por
ciento con palabras. Pero una de las cosas que si nos produce es nuestro
primer amor con Cristo. Queremos gritar a los cuatro vientos que Cristo
es lo más grande y queremos salir corriendo para compartir lo que Dios
está haciendo en nuestras vidas a todo el que preste oído. Es un amor
que sobrepasa todo conocimiento y llena nuestras vidas con un sentido
pleno.
Luego al pasar el tiempo, muchos nos desenfocamos en cosas vanas.
El mundo quiere recuperar lo que perdió y hace todo lo posible para
desviarlos de la Palabra. Al igual que los de Galacia, nosotros olvidamos
el evangelio que nos enseña la palabra de Dios y prestamos mucha
atención a lo que opinan los demás que están en el mundo dando falsos
testimonios. Por eso es sumamente importante mantenernos firme en
nuestras enseñanzas. Preparados para aceptar lo bueno y descartar lo
malo. Para siempre darle toda la Honra y Gloria a quien solo lo merece.
No podemos olvidar quien es nuestro primer amor, porque Él nunca nos
olvida a nosotros.
Desafio y Aplicación
Realmente no sabemos lo que es amor hasta que
Cristo primero toca nuestros corazones. Por eso “nosotros le amamos
a él, porque él nos amó primero.” (1 Juan 4:19) Meditemos en esto hoy:
Nosotros siendo criaturas imperfectas aún somos capaces de amar
intensamente, solo imaginemos la clase de amor que tiene Nuestro
Señor por nosotros el siendo Santo y Perfecto. No olvidemos nuestro
primer amor, Él es lo más importante en nuestras vidas.