Devocional Familiar:
Leer Números 29, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 1 Tesalonicenses 5:14-1
“14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. 15 Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos”
Deberes con nuestros Hermanos
Pablo nos exhortó a valorar y reconocer a nuestros pastores y líderes, ahora nos llama a obrar con nuestros hermanos. Si recordamos en el capítulo 1 la Iglesia de Tesalonicenses es una Iglesia a la que podríamos aspirar ser, sin embargo, en estos versículos Pablo nos pide: “amonestar a los ociosos, alentar a los de poco ánimo y sostener a los débiles” lo que nos da a entender que habían hermanos así en la Iglesia y aun así Pablo los consideraba ejemplares. Creeríamos que una Iglesia ejemplar estaría integrada por personas “perfectas” pero aquí vemos que no.
A medida que la Iglesia va creciendo y el Evangelio salva más personas, nuevos miembros se van uniendo a la congregación estos aún son inmaduros en la Fe y son más propensos a la tentación y desánimo; Pablo nos ruega por esta causa que a pesar de que ya son hermanos en la fe aun necesitan madurar. Por lo tanto, debemos con “paciencia” discipularlos y sostenerlos en el Señor. Pero no solamente los nuevos hermanos en la fe son seres humanos imperfectos con tendencia al desanimo y distracción frecuente, incluso les pasa a hermanos que ya tienen un largo tiempo de crecimiento en la Fe. Es decir, todos necesitamos ser animardos y sostenidos sin importar la razón o circunstancia. Al mismo tiempo Pablo nos pide no pagar “mal por mal” sino al contrario, nos pide ver el bien de todos nuestros hermanos e incluso con los que no son de la Iglesia, en otras palabras él nos pide ser humildes e imitadores de nuestros señor Jesucristo.
Desafio y Aplicación
Pensemos hermanos en lo importante que es el discipulado y la comunión entre hermanos, pues de esta manera es cómo podemos crecer en el conocimiento y amor por el Señor. Asegurémonos de atender siempre que podamos a las escuelas dominicales o reuniones de discipulado como Hombres fieles o Mujer virtuosa, e incluso los grupos comunitarios, donde podemos tener una relación más abierta y cercana con nuestros hermanos y estar atentos para animarlos y sosteneros.
Tengamos en mente un hermano o hermana que podríamos discipular para ayudarlo a madurar en Cristo, animémonos unos con los otros con paciencia y amor. Toma el tiempo esta semana de llamar y alentar a nuestros hermanos, especialmente los que son nuevos en la Fe y necesitan alguien que los discipule y guie.