Devocional Familiar:
Leer Jueces 15, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Nehemías 6:10-11
10 Vine luego a casa de Semaías hijo de Delaía, hijo de Mehetabel, porque él estaba encerrado; el cual me dijo: Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen para matarte; sí, esta noche vendrán a matarte. 11Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvarse la vida? No entraré.
Un líder firme
El enemigo ha hecho de todo para detener a Nehemías en la reconstrucción de los muros de Jerusalén, pero ni sus amenazas, ni sus manipulaciones han logrado detener este evento que se avecina, la reunión de un pueblo que está ansioso de encontrarse con Dios. En estos versículos vemos que Semaías, el hijo de Delaía, el hijo de Mehetabel, está queriendo convencer a Nehemías diciéndole reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen para matarte, este cometario parece ser un buen consejo para salvar la vida de Nehemías, pero a él no le parece tan bueno. Nehemías percibe que encerrarse seria inútil, pues solo buscaría salvar su propia vida, entregando la obra y el resto del pueblo a sus enemigos. Como líder sentir temor para huir y abandonar la obra no serían acciones buenas, Nehemías tiene presente que antes de iniciar la obra, pidió la dirección de Dios para terminar este trabajo, y decide confiar en Dios, quien le ha protegido durante todo este tiempo. Nehemías entonces responde: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvarse la vida? No entraré; la expresión de Nehemías aquí es la expresión de un líder firme, que le cree a Dios, si Dios esta con él, ¿quién, contra él? Nehemías necesita firmeza en estos tiempos, para seguir con el plan de Dios de reunir a su pueblo nuevamente. El liderazgo de Nehemías nos enseña que, para emprender alguna actividad importante, el primer paso es consultar a Dios, de esta manera él nos dará las fuerzas para desarrollarlo y terminarlo.
Desafio y Aplicación
Te animamos a que todo proyecto en tu vida sea puesto en las manos de Dios, como lo hizo Nehemías cuando comenzó esta obra y dijo: Te ruego oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, quien desea reverenciar tu nombre, concede ahora buen éxito a tu siervo. Cuando las cosas las ponemos en las manos de Dios, él las prospera y te da los mejores resultados, confía en Él, porque siempre te dará lo mejor.