Devocional Familiar:
Leer Job 34, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Apocalipsis 3:20
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”
Una cena inolvidable
Tal vez, en algún momento de tu vida, escuchaste este versículo bíblico, que se oye tan hermoso, pero que no sabes porque fue dicho. Yo no sé si a ti te pasa igual que a mi, pero este texto lo veo como una hermosa invitación, de alguien muy especial, que trae algo único para compartir conmigo, y que definitivamente será inolvidable. Bueno, realmente este texto es un mensaje de gran ánimo para cualquier persona. Y sabes, estas palabras fueron enviadas a una iglesia que estaba en Asia, la iglesia de Laodicea. A esta iglesia, Dios le envió un mensaje, dejándole saber, que sus caminos habían sido desviados del camino de Dios, por causa de que pusieron su corazón en las riquezas pasajeras, y que lo que estaban haciendo no reflejaba el propósito de Jesús, quien entregó su vida para salvar al ser humano de una muerte eterna. Nada de lo que hacían daba testimonio de este Dios misericordioso y amoroso. Esta iglesia se estaba alejando del camino, pero Jesús muestra su fidelidad y verdad para con esta iglesia, así como Jesús dijo en la parábola de la oveja perdida: “Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado?, y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños” (Mateo 18:11-14). La iglesia de Laodicea se había alejado del camino de Jesús, y el Señor la estaba buscando para hacerla regresar, por eso les dijo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, cenaré con él, y él conmigo”. Que hermosas palabras usa el Señor para rescatar a esta iglesia. El Señor llama a su iglesia al arrepentimiento de sus pecados, lo llama a reconocer su pecado de alejarse de Dios y creerse autosuficiente, y de esta manera podrá gozarse nuevamente con su iglesia, y esta es su forma de mostrarle cuánto le interesa y cuánto la ama.
Desafio y Aplicación
Dice apocalipsis 3:22: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Esta invitación que Jesús ha hecho a los laodicenses, no solo la hizo para ellos, sino que la ha dejado abierta para toda aquella persona que se arrepienta de sus pecados y tenga fe en Cristo como su Salvador, por eso dice: “el que tiene oído, oiga lo que el espíritu dice…”. Si te has desviado del camino de Jesús, o aun no le conoces, este mensaje es para ti; hoy Jesús está haciendo un llamado al arrepentimiento, a todos aquellos que se han alejado de Cristo, que han dejado que su relación con Cristo se convierta en una relación pobre, pues viven como si no necesitaran de Dios.