Martes

Devocional Familiar: Leer Job 32, orar y cantar juntos

Devocional Personal: Apocalipsis 3:17-18

“17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas”

La verdadera riqueza

En los tiempos cuando se escribía el libro de Apocalipsis, la ciudad de Laodicea estaba disfrutando de unos momentos de prosperidad que les animaba a decir: “...Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad”. Los laodicenses habían descubierto un colirio para los ojos, que se comercializaba bastante bien; y la venta de este producto les dejaba grandes ganancias aparte de su comercio regular, por ello pensaban que no necesitaban de nadie, pues se estaban enriqueciendo, pero la verdad de las cosas es, que cuando alguien muere, nada de abundancia física se lleva con él, todo se queda en esta tierra. La palabra de Dios nos dice: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mt. 6:19-21). El Señor está invitando a los Laodicenses a ver dónde está la verdadera riqueza y les comenta: compra de mí, oro refinado en fuego para que realmente seas rico. Las riquezas del mundo no las tendrán por la eternidad, pero las promesas de Dios son eternas. Dios ama a los Laodicenses y quiere darles verdaderas riquezas, las promesas que Dios da duran para siempre. Jesús les ofrece riquezas en el cielo, vestiduras blancas y la vida eterna con Él, donde no tendrán necesidad de nada, pues Él los sostendrá por siempre. Estas si son verdaderas riquezas.

Desafio y Aplicación

El día de hoy, el Señor Jesús nos está invitando a examinar nuestro corazón como cristianos, si estamos trabajando para tener tesoros en la tierra o para tener tesoros en el cielo, revisemos nuestro caminar para que hagamos como dice Colosenses 3: 23-24: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”. Que Dios guíe tu corazón en todo tiempo y te recompense con sus promesas eternas.

Devocionales de esta semana

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Lunes

Ser tibio es un estado inaceptable

La Palabra de Dios dice en el primer capítulo del libro de Apocalipsis, que Jesucristo envió un ángel a Juan su siervo, para revelarle las cosas que son y las que vendrán, sobre las cuales le pide que escriba. Y en sus escritos encontramos siete mensajes específicos para siete iglesias que se encuen...

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Martes

La verdadera riqueza

En los tiempos cuando se escribía el libro de Apocalipsis, la ciudad de Laodicea estaba disfrutando de unos momentos de prosperidad que les animaba a decir: “...Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad”. Los laodicenses habían descubierto un colirio para los ojos, que se comercializaba ...

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Miércoles

La corrección de Dios es por amor

En la continuación del mensaje que Jesús envió a los laodicenses en Asia, el Señor les dice en este texto que los ama, y que si es necesario los reprenderá y los castigará, si no tienen un cambio pronto. Dios en los versículos que anteceden a este, les decía que ellos eran personas tibias en su camin...

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Jueves

Una cena inolvidable

Tal vez, en algún momento de tu vida, escuchaste este versículo bíblico, que se oye tan hermoso, pero que no sabes porque fue dicho. Yo no sé si a ti te pasa igual que a mi, pero este texto lo veo como una hermosa invitación, de alguien muy especial, que trae algo único para compartir conmigo, y que definitivamen...

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Viernes

Una promesa inesperada

Este texto que vamos a estudiar el día de hoy, corresponde a la parte final del mensaje que Jesús envía a la iglesia de Laodicea en Asia; una iglesia que segada por las riquezas, había apartado su corazón, de aquella persona que lo había dado todo por ella, a Jesús, el salvador. Y en esta parte de su mensaje el...

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Sábado

Escuchando al Espíritu Santo

El cierre del mensaje dado a los laodicenses, es dado también a las demás iglesias en Asia, a quienes también se les envió un mensaje sobre su caminar en Cristo. A estas siete iglesias también se les dijo: “El que tiene oído, oiga lo que el espíritu dice a las iglesias”. Definitivamente esto tiene una gra...

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