Devocional Familiar:
Leer 1 Reyes 20, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Mateo 1:5
“5 Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí.”
Rut: La obediencia por amor
Ayer meditamos en la importancia de servir a otros a través del sufrimiento como el anhelo de que la gloria de Dios sea exaltada. El quebrantamiento nos lleva a conocer a Dios y esa experiencia del carácter de Dios debe ser un motivador para servir. Ser testigos de la justicia y amor de Dios en Cristo debe apasionarnos por ver mas personas redimidas. Eso nos lleva a la reflexión de hoy sobre la obediencia y la confianza en Dios. Rut, la moabita, no solo muestra cuidado y servicio a Noemí, sino obediencia y confianza de la esperanza que Noemí estaba viendo en su encuentro con Booz. Rut obedece a su suegra y presenta a Booz la petición de redimir a su familia. Según la costumbre israelita, el familiar varón puede redimir a la familia del difunto, haciéndose cargo de la viuda, es decir casándose con ella y dando la posibilidad de que la genealogía pueda continuar. Recordemos que estamos hablando según Mateo 1:5 de la genealogía de Jesús. No creo que Rut estaba entendiendo el peso de sus palabras a Booz, al pedirle que redima a la familia. Pero vemos como Dios lo tenía planeado. Elimelec era de Belén, Booz está en Belén, y la genealogía continua con Obed, luego Isaí y finalmente David. El rey David es quien recibe la promesa de que su descendiente se sentaría en el trono para siempre (2 S 7:1-17). Vemos que la obediencia de Rut era parte del plan de Dios dentro de la gran historia de redención, no solo de su familia, sino de la humanidad entera.
Vez tras vez vemos el llamado de Dios al pueblo hacia la obediencia de sus mandamientos. ¿Cuán importante es que tu y yo seamos obedientes a Dios? Si evaluamos esto en sentido de eternidad, tu y yo hemos entrado en una nueva identidad, hemos venido a la vida para disfrutar del privilegio del reino de Dios en Cristo. Nosotros hemos sido llamados de muerte a vida por misericordia. Por la gracia de Dios somos transformados para ser los humanos que Dios planeo desde el inicio de la creación. El pecado solamente deformó nuestra humanidad. La desobediencia solo destruye nuestra vida y a los que nos rodean. La obediencia es la muestra del trabajo de Dios en nuestras vidas. La comprensión del plan de Dios para la humanidad y su creación, el amor que Él depositó en nuestro corazón junto con la fe que nos permite descansar en su majestad, producen en nuestras vidas un anhelo a la obediencia. La obediencia es una muestra de la satisfacción y gratitud que hay en nuestro corazón hacia Dios y su gloria.
Desafio y Aplicación
Te invito a reflexionar en que la obediencia de Cristo nos dio nueva vida (Ro.5:19). Es en obediencia que podemos vivir como discípulos negándonos a nosotros mismos cada día (Lc.9:23). Medita en Juan 14:23 “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.” No te animes a obedecer por apariencia, reflexiona si eso es un resultado de tu amor a Dios y la comprensión de quien es Él. Reflexionemos en ¿qué me está pidiendo Dios hoy? ¿Le obedecerás?