Devocional Familiar:
Leer Salmos 8, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Génesis 3:2-5
“2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”
Huyendo de la tentación
Durante esta semana nos encontramos estudiando sobre el capítulo tres de Génesis, en el día anterior vimos acerca de Satanás y Eva, y como Satanás tienta a Eva en el Edén, más detalladamente vimos cual es el primer paso que el diablo da en su argumentación para lograr tentar a Eva. Él se encargó de que Eva lo escuchara, y de esa manera empezar el proceso para hacer que ella dudara o cuestionara la Palabra de Dios en su corazón.
En el día de hoy estaremos viendo cual es el siguiente paso de Satanás para lograr tentar a Eva con el pecado, así mismo debemos recordar que el diablo sabía que si lograba tentar a Eva entonces seguro Adán también caería, pues sabía que Adán escucharía a la compañera que Dios le había dado. A continuación en el pasaje podemos ver que la mujer respondió a la serpiente, es decir, que Eva prestó su oído a lo que la serpiente tenía para decirle, “Y la mujer respondió a la serpiente” (vs. 2) y este fue su primer error fatal, pues Eva jamás debió mantener una conversación con la serpiente, ella debió huir así como lo hizo José cuando se vió tentado por la mujer de Potifar (Génesis 39), él no se quedó a discutir con esta mujer, dando sus argumentos sobre la situación sino que huyó inmediatamente, no dando lugar alguno a la tentación, y esto es lo que Eva debió haber hecho con la serpiente.
Así mismo podemos ver que Eva no estaba bien preparada, es decir, por su respuesta dada a la serpiente vemos que o bien no escuchó con atención a Adán o bien Adán no cumplió con su misión de comunicarle el mandato a Eva, que Dios le había hecho. Esto debido a que Eva añadió incluso al mandato que Dios había dado. Y dejó que la serpiente la hiciera dudar de las razones de Dios, y de lo que Dios les había ordenado. Aquí vemos como el diablo, tienta a Eva mostrándole lo que podría obtener si desobedecía a Dios, buscando que Eva hallara codiciable el pecado de la desobediencia, pensando en lo que podía obtener a cambio de desobedecer a Dios, menospreciando la Palabra de Dios, menospreciando a Dios.
Desafio y Aplicación
Como creyentes debemos de ser sumamente cuidadosos, con el trato que le damos a la tentación, y pensar en si somos como Eva, y nos gusta discutir con la tentación, sacar argumentos, necios, ineficientes, peligrosos y torpes, o somos como José, que es sabio y no da pie a ninguna conversación sino que huye de la tentación del pecado. Debemos de preocuparnos por escuchar atentamente los mandatos de Dios, su bendita Palabra, ya que esta es la única forma de poder estar preparados para cuando la hora de la tentación llegue a nuestras vidas.